Es el suelo, Chacón
La solución que ofrece la flamante ministra de Vivienda para lo que queda de legislatura, son los pisos en altura como método para la emancipación de los jóvenes.
Sea por llevar la contraria a Esperanza Aguirre en lo de las cuatro alturas de máximo, no tiene mucha lógica que la juventud no pueda acceder a la vivienda porque los costes sean excesivos en viviendas bajas en relación con las altas. Los costes del precio total de la vivienda plurifamiliar depende relativamente de la altura (costes de cimentación), diferiendo sobre todo de la vivienda unifamiliar por no tener zonas comunes compartidas.
Sean muchos o pocos metros cuadrados el suelo vale por su calificación y repercusión por la superficie que se puede construir en ella: vale lo mismo una hectárea en la que se puede construir muchos bloquecitos que mil metros cuadrados en donde se puede construir u n sólo bloque con la misma superficie que la anterior. Lo que realmente encarece el precio de la vivienda para que los jóvenes puedan adquirir el espacio necesario para su emancipación paterna, es el suelo señora Carme Chacón. Suelo que no se abaratará con la ley sobre el mismo que preparó su antecesora en el cargo, sino que aumentará la discrecionalidad y poder de la administración pública en el planeamiento.
Lo mejor actualmente para que la vivienda no suba es que la administración actúe cuanto menos mejor. Lo de las tipologías de viviendas está gran parte dicho hace muchos años con la unité d´habitation de Le Corbusier, padre de la arquitectura contemporánea. Tener un ministerio de vivienda para eso, tendría mejor resultado crear un apartado de arquitectura y urbanismo en el Museo de la Historia.
