El suicidio de Jokin y la falta de autoridad
El suicidio del adolescente de Hondarribia debería hacernos reflexionar sobre las repercusiones de la falta de autoridad de padres y profesores, para que, como han pedido los padres de Jokin, sucesos como este no se repitan.
Es la falta de autoridad la que está en el origen, si se quiere remoto, de la violencia en los colegios y también en buena medida del fracaso escolar. El educar desde pequeños sin sentido del límite, en que todo está permitido y nunca se castiga por temor a producir un trauma, repercute en que los niños no aprenden a distinguir de una manera objetiva el bien del mal y a que se acostumbren a salirse siempre con la suya.
Si no se les ha sabido decir que no desde pequeños, es difícil conseguir que obedezcan de mayores. Ni en casa ni en el colegio. Los profesores se quejan de no tener recursos para enfrentarse a la indisciplina de los alumnos; entre otras razones porque cuando intentan aplicar algún correctivo se sienten desautorizados por los padres.
Tampoco las corrientes pedagógicas que tienen una visión lúdica de la educación y que en buena medida están en el sustrato ideológico que concibió la LOGSE favorecen la autoridad del profesor. Sería bueno que todos, autoridades, padres y profesores lo tuviéramos en cuenta si queremos evitar la violencia en los centros educativos.
