El entierro de la Alianza de Civilizaciones. El Gobierno del PP liquidará sin contemplaciones el proyecto más emblemático de Zapatero en política exterior
A los seis meses de llegar al Gobierno en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero se presentó ante la 59ª asamblea general de Naciones Unidas con una sorprendente propuesta: una alianza cooperativa entre occidente y el mundo árabe para combatir el terrorismo sin usar la fuerza. Ahora, el PP liquidará sin contemplaciones esta iniciativa.
La Alianza de Civilizaciones se convirtió en el gran proyecto en política exterior del Gobierno de Zapatero a lo largo de las dos legislaturas. El propio presidente consiguió que el I Foro de la Alianza se celebrara en Madrid en 2008.
Sin embargo, el nuevo Ejecutivo es partidario de otro tipo de alianzas con los países árabes.
Fuentes cercanas a Mariano Rajoy, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que el nuevo presidente y su equipo no continuarán la línea de su predecesor y darán por concluida la presencia e impulso de España a la Alianza de Civilizaciones tal como se ha aplicado hasta ahora.
Condiciones: democracia y derechos humanos
Para el nuevo Gobierno, la alianza con los regímenes musulmanes es positiva, pero no tal y como la ha planteado Zapatero.
Rajoy basará las relaciones con los países árabes en la exigencia de que esas naciones cumplan dos compromisos: respeto por la democracia y cumplimiento escrupuloso de los derechos humanos.
En el equipo de Rajoy consideran que algunos de los Gobiernos con los que España mantiene ahora una relación bilateral no cumplen estas dos particularidades. Las fuentes consultadas por ECD citan expresamente, a modo de ejemplo, a Irán y a Venezuela (aunque este último no forma parte de la Alianza de Civilizaciones).
El PP llegó a apoyar la Alianza
Este mismo verano, el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, afirmó que la posición de su partido sobre la Alianza de Civilizaciones era positiva. “Hemos visto una evolución. Hoy, más de 80 naciones han suscrito la iniciativa. No es la misma que pusieron en marcha, ha evolucionado y damos fe de ello”.
Ese es precisamente el objetivo que tiene el PP con respecto a la Alianza: que se convierta en un “diálogo de civilizaciones”, siempre y cuando todas ellas cumplan con los compromisos democráticos.
Y, desde luego, excluye que los costes principales de la iniciativa corran por cuenta de España, como ha practicado hasta ahora Rodríguez Zapatero, convertido en financiador principal.
