Lo intentó ya Alfonso Guerra: Presidencia quiere ‘La corona de espinas’, el edificio desde el que ETA disparó granadas sobre La Moncloa
Es un edificio característico de la Ciudad Universitaria, conocido popularmente, debido a su aspecto, como ‘La corona de espinas’ (vea dentro algunas fotografías). La Moncloa quiere quedarse con él.
La sede del Instituto del Patrimonio Histórico Español, un organismo perteneciente al Ministerio de Cultura, se encuentra a escasos metros del perímetro de La Moncloa, del que solamente le separa una estrecha carretera, y es desde hace años objeto de deseo por parte de Presidencia del Gobierno. Alfonso Guerra intentó quedarse con él cuando era vicepresidente, sin lograrlo.
Según informaciones de que dispone El Confidencial Digital, La Moncloa vuelve a mirar hacia ese inmueble para tratar de hacerse con él. De hecho, argumentado problemas de espacio, personal de Presidencia del Gobierno ya ha ocupado algunos de los despachos del edificio, con el consiguiente malestar de los funcionarios y personal del Instituto.
Desde la azotea de esa construcción, desde donde se domina todo el complejo presidencial, ETA Político Militar disparó con un lanzagranadas contra La Moncloa, aunque el proyectil no causó daños personales ni materiales porque impactó en uno de los jardines. Ocurrió el 21de febrero de 1980, y el hecho causó gran alarma en el país por los riesgos que se habían corrido. Desde entonces, la instalación pasó a estar vigilada.
La sede del Instituto del Patrimonio Histórico Español, diseñada por el arquitecto Fernando Higueras (www.fernandohigueras.org), fue construida en 1965, aunque durante años estuvo sin ser utilizada. Según informaciones recogidas por ECD, dadas sus características es un inmueble caro de mantener, poco adecuado para el clima de Madrid y que ha sufrido problemas de dilataciones.
Las intenciones de La Moncloa colisionarán con la Complutense, al tratarse de propiedades y terrenos que pertenecen legalmente a la Ciudad Universitaria. En el colectivo universitario existe un viejo malestar porque se hayan perdido algunos edificios para incluirlos en el recinto presidencial, y ahora será problemático que accedan a entregar otro más.
