Los secretos del ‘no’ de Antonio Gutiérrez a la reforma laboral: le pidieron que ayudara con CCOO, negoció con Toxo, y Elena Salgado no le hizo el menor caso
El voto de Antonio Gutiérrez contra la reforma laboral, con lo que rompió la disciplina de voto del Grupo Socialista, tuvo origen en su discrepancia con las medidas del Gobierno. Pero sobre todo se debió a un tremendo enfado con Elena Salgado.
Según fuentes parlamentarias socialistas a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, el ex secretario general de CCOO se le pidió desde el Gobierno que echase una mano en parte de la elaboración de la nueva reforma laboral, y sobre todo con las propuestas enviadas por su antigua central sindical, Comisiones Obreras.
Antonio Gutiérrez se aprestó a colaborar. Dialogo y negoció personalmente algunas de esas ideas con el líder de CCOO, Fernandez Toxo, y las elevó al equipo de Elena Salgado. Sin embargo, la vicepresidenta segunda, sin hablar con él ni decirle nada, fulminó sin más todas sus aportaciones.
El comportamiento de la responsable de la economía, su gesto de soberbia colmó el vaso del diputado, que por ello se reafirmó en su idea de abstenerse en la votación parlamentaria.
