Antonio María Rouco sigue considerando una “humillación” el derribo de la parroquia de las Fuentes y lo califica de “atropello”
El arzobispo de Madrid no acaba de encajar el drama del derribo en la parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes (en el barrio del Pilar), contra lo que ha luchado durante años infructuosamente, hasta verse derrotado en los tribunales.
Antonio María Rouco sigue calificando de “humillación” lo ocurrido con ese pleito. Aún más, ha decidido enviar una carta a todos sus diocesanos para explicar lo sucedido, y en la que insiste en que los hechos constituyen “un atropello”.
El problema se planteó porque el arzobispado creyó las promesas del Ayuntamiento de Madrid, entonces presidido por José María Álvarez del Manzano, de que no habría problemas con la edificación. Se produjeron cambios de normas urbanísticas, y la diócesis no solicitó la sanación de lo ya construido, confiados en la palabra de la Corporación municipal.
Después de la iglesia se levantó el edificio de viviendas origen del pleito, que, por el contrario, sí que regularizó su situación. El problema surgió cuando cinco vecinos de ese inmueble, jaleados algunos de ellos por el sindicato Comisiones Obreras, plantearon la demolición de la parte del templo que estaba fuera de la ordenanza.
Vistos los antecedentes y lo ocurrido, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido correr con los gastos que supongan el derribo de la parte de la parroquia afectada, y la reconstrucción del templo.
