La Audiencia Nacional tiene tiempo para resolver sobre De Juana Chaos antes de que en agosto le corresponda quedar libre

La puesta en libertad del etarra De Juana Chaos no va a ser tan imparable como parecía. La última palabra la tendrá la Audiencia Nacional, concretamente la Sala Primera de lo Penal, y hay tiempo para que se pronuncie antes de agosto, que es cuando le correspondería quedar en libertad.

La puesta en libertad del etarra De Juana Chaos no va a ser tan imparable como parecía. La última palabra la tendrá la Audiencia Nacional, concretamente la Sala Primera de lo Penal, y hay tiempo para que se pronuncie antes de agosto, que es cuando le correspondería quedar en libertad.

El recurso del fiscal –al que se ha sumado también el de la AVT- tiene que presentarse ante el titular del Juzgado número 1, Santiago Pedraz, que es quien ha ordenado la puesta en libertad, y quien, por tanto, previsiblemente se mantendrá en esa decisión. El asunto pasará a la Sala Primera de lo Penal, que preside Ángela Murillo, con plazo suficiente para pronunciarse antes del mes de agosto.

Según fuentes judiciales consultadas por El Confidencial Digital, la decisión de la Sala Primera es, en estos momentos, bastante imprevisible porque a los complicados aspectos jurídicos se suman las inevitables “presiones” políticas, pero también de la opinión pública.

Además, los argumentos que barajó en su día el juez Grande-Marlaska para procesar de nuevo a De Juana Chaos, como los posteriores de Santiago Pedraz para rechazarlo, no son del todo evidentes, desde el punto de vista jurídico.

Estas fuentes consideran que Santiago Pedraz se ha metido, innecesariamente, en un buen lío jurídico con sus argumentaciones sobre si el MLNV es o no parte de ETA, o si el “aparato de makos” está o no integrado en la banda terrorista. Lo atribuyen a su estancia en el País Vasco y al posible prurito de demostrar que “sabe” de asuntos de terrorismo etarra.

Por cierto, que la actividad de Pedraz en San Sebastián, entre 1988 y 1992, no estuvo exenta de polémica, sobre todo por haber ordenado ruedas de reconocimientos de policías delante de los etarras y de sus abogados, con uniforme y sin personal de relleno, o por haber citado a ochenta agentes antidisturbios venidos de toda España tras la denuncia de una mujer que se lesionó en el codo en una manifestación.

En Madrid, Santiago Pedraz ha pasado por la Plaza de Castilla (Madrid), por el Juzgado 26, donde también destacó porque permitió a las cámaras de televisión grabar los juicios. Intervino en juicios rápidos y en algunos círculos le llamaron “el juez más rápido de la Plaza de Castilla”.

Solicitó voluntariamente el destino en la Audiencia Nacional, a donde llegó primero como juez suplente. Ha formado parte de la sala que juzgó a miembros de Jarrai y votó a favor de la excarcelación de seis de los procesados, medida que se aplicó. Hace poco más de un mes, en mayo, asumió la titularidad del Juzgado número 1, sustituyendo a Gómez-Marlaska, quien a su vez había sucedido al cesado Ruiz Polanco. Como tal, le corresponden el “caso Sintel” y también el “caso Terra”.

En este tiempo en la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz decretó el ingreso en prisión del ingeniero hispano-palestino acusado de fabricar misiles para Hamas y la Yihad Islámica, y también del etarra Antonio Celaya, entregado por Francia.

 

Pero donde ya se había hecho “famoso” fue con el anuncio de que quiere enviar una comisión rogatoria a Estados Unidos para interrogar a los tres militares que ocupaban el tanque desde el que partió el disparo que acabó con la vida del cámara español José Couso.

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