Cargos del PP y PSC acudirán en grupo a la manifestación de Barcelona para evitar el acoso del 11-M
Se citarán en puntos cercanos a los jardines de Gracia para no llegar de forma aislada, ante la posibilidad de ser increpados
Autoridades y ciudadanos se manifestarán el sábado 26 de agosto en Barcelona para expresar su condena al asesinato de 15 personas en los atentados yihadistas de Las Ramblas y de la localidad de Cambrils. La preparación de la concentración no ha estado exenta de polémica y el ambiente se ha enrarecido.
Aunque las instituciones y los partidos políticos han tratado de dar imagen de unidad, las grietas han sobrepasado la discusión sobre los fallos en la investigación de la célula yihadista. La principal polémica de estos días giró en torno al formato de la manifestación de protesta, convocada para este sábado, nueve días después del atentado.
Los anticapitalistas de la CUP exigieron que el rey Felipe no acudiera a la marcha, ya que insisten en que sus relaciones con las monarquías de Arabia Saudí y de Qatar le restan autoridad. Finalmente se ha decidido que en primera fila de la marcha vayan representantes de los servicios de seguridad y emergencias que atendieron a las víctimas del atentado en Barcelona.
En medio de este ambiente de tensión política -agudizado por las acusaciones entre Gobierno y Generalitat sobre la gestión de la información antiterrorista-, El Confidencial Digital ha podido saber que varios partidos políticos han decidido convocar por su cuenta a sus cargos orgánicos e institucionales para acudir todos en grupo al acto de repulsa del atentado.
Por ejemplo, el Partit dels Socialistas de Catalunya (PSC) y el Partido Popular (PP) citarán a sus miembros en puntos cercanos al inicio de la manifestación, pero de forma que se reunirán todos y ya en grupo se unirán al grueso de la marcha.
Según las fuentes consultadas, en esta decisión ha pesado el recuerdo de lo ocurrido hace 13 años, en el anterior gran atentado yihadista sufrido por España. En las concentraciones de protesta contra la masacre del 11-M en Madrid en 2004, algunos miembros del PP, como el vicepresidente Rodrigo Rato y Josep Piqué, fueron acosados e increpados con gritos de “¡asesinos!” de quien les acusaba de ser culpables del ataque por apoyar la invasión de Iraq.
Ahora algunos partidos constitucionalistas, especialmente el PP, quieren evitar cualquier incidente hacia sus dirigentes, ya que a la marcha en Barcelona se espera que acudan diputados nacionales y autonómicos, alcaldes, concejales, cargos orgánicos de todo el territorio catalán... Han optado por congregarlos a todos para integrarse en la marcha y evitar ir “desperdigados” y que algún manifestante o grupo de manifestantes los acosen.
Hay que recordar que parte de la CUP ha animado a los ciudadanos a mostrar su rechazo a la presencia del rey. Felipe VI y Mariano Rajoy ya recibieron algunos pitos (minoritarios) en su presencia en Barcelona en los días posteriores al atentado, y es posible que estos signos de protesta de independentistas radicales se produzcan este sábado.
