Choque Puigdemont-Junqueras por convertirse en el interlocutor de Sáenz de Santamaría
El presidente de la Generalitat pretende desplazar al líder de ERC en las conversaciones con el Gobierno. Los republicanos temen un pacto que desactive el proceso independentista
Soraya Sáenz de Santamaría ha provocado, sin proponérselo, un choque entre los dos máximos responsables de la Generalitat de Cataluña. Ante la inminencia de una reunión con la vicepresidenta del Gobierno, Carles Puigdemont está decidido a desplazar a Oriol Junqueras en la interlocución con Moncloa. Una maniobra que tiene preocupados a dirigentes de Esquerra Republicana.
Oriol Junqueras ha sido, hasta la fecha, el interlocutor de la Generalitat de Cataluña con el Gobierno central. El vicepresidente catalán se ha reunido en varias ocasiones con Soraya Sáenz de Santamaría y, de cara a esta nueva investidura, aspiraba a mantener esta comunicación con la número dos del Ejecutivo de Rajoy.
No obstante, según explican a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en Junts pel Sí, Carles Puigdemont ha trasladado a Junqueras que, a partir de ahora, quiere ser él quien negocie directamente con Madrid.
La inminencia de una Conferencia de Presidentes, en la que se discutirá el nuevo sistema de financiación autonómica, ha provocado esta reacción de Puigdemont, que explica a los suyos que debe ser él quien exponga a Soraya Sáenz de Santamaría la posición de Cataluña antes de que tenga lugar esa cita, prevista para finales de año.
Además, desde Convergència explican que la vicepresidenta del Gobierno está teniendo reuniones con presidentes regionales -ayer mismo se entrevistó con la balear Francina Armengol- y que, por tanto, debe ser él quien hable directamente con la número dos de Rajoy.
En el lado contrario, Junqueras recuerda que él es el responsable de Economía y Hacienda de la Generalitat y por tanto, y a pesar de que a la Conferencia de Presidentes acudirá Puigdemont, debe ser él quien se reúna con Sáenz de Santamaría para negociar el nuevo modelo de financiación. Una tesis que, por el momento, el president catalán rechaza.
Recelos en ERC
El interés creciente de Carles Puigdemont por ser él quien se entreviste con la vicepresidenta del Gobierno ha provocado ya recelos en ERC.
Los republicanos temen que el de Convergència llegue a un acuerdo con el Gobierno central para lograr una mayor inversión del Estado en la región, y un mejor sistema fiscal a cambio de frenar el proceso independentista.
Un pacto que Esquerra no aceptaría “de ningún modo” y que, de producirse, podría provocar una importante escisión dentro del gobierno de Junts pel Sí.
