INÉS ARRIMADAS, Candidata de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña

“La clave del éxito de Ciudadanos es no tener complejos. El PP y el PSOE de Cataluña renunciaron a sus valores y han abandonado a sus votantes”

Inés Arrimadas es la candidata de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña y sabe que estará en el podio de las elecciones del 27-S. Si ella tiene la última palabra, su primer verbo será “auditar”...

Inés Arrimadas
Inés Arrimadas es la apuesta naranja para Cataluña y la lámpara con más luz para los no separatistas, según las encuestas.

Tiene 34 años, dos carreras, tres patrias-chicas, y una profesión. Además, es política. Es el relevo de Albert Rivera en Cataluña, y la sonrisa de Ciudadanos para las elecciones del 27-S. Espabilada. Más que charnega es de la nueva generación de jóvenes con nación, pero sin barreras. Ve Cataluña como una oportunidad dinámica cansada del discurso “de humo” de los “indepes”. Pisa fuerte, pero con gracia. Cree en la regeneración naranja con todas sus fuerzas. Y el día que se le acabe la fe, adiós, hasta luego, y vuelta a la auditoría. La excedencia le hace libre.

Inés Arrimadas llega con el trolley al hotel. Pasará la noche en Madrid. Y entre medio, medios. Para la Cataluña de Ciudadanos la mejor estrategia de comunicación es coger el AVE y pasar por la capital. Aquí los micrófonos son menos distantes. Parece.

A unos metros de Atocha, mientras cae el sol por Delicias, nos sentamos en la esquina más discreta del hall del Carlton. Le acompaña Clara, la coordinadora de prensa de los naranjas en Cataluña. Maja. Y eficaz. Dos características reseñables en el mundo de los dircom de la política española. Sin retintín.

Quedan dos semanas para el 27-S. Después de haber sobrevivido a la Diada, los catalanes se acercan a las urnas. Ella estará en el podio, pero no sabe aún de qué metal será su medalla.

De Jerez. Licenciada en Sevilla. Derecho y ADE. Además. Hija de salmantinos. Afincada en Cataluña. Enrolada en Ciudadanos por seducción. Una erasmus en español.

26 años más joven que Mariano Rajoy, 9 más que Pedro Sánchez, 2 menos que Pablo Iglesias y Albert Rivera. Y sin embargo, aquí la tienen, ya en cartel.

Empezamos hablando del clima. Pero esto no es una conversación de ascensor. Ni mucho menos.

¿Mucho bochorno también por Cataluña?

Sí. Y con una humedad horrible...

Bochorno político, quiero decir…

 

No lo calificaría de bochorno… Digamos que estamos en plena tormenta, pero va a llegar la calma…

¿Leyó la carta de Felipe González dirigida a los catalanes publicada en El País?

Sí.

¿Qué le ha parecido?

En cualquier otro país de la Unión Europea sería muy normal que un ex presidente del Gobierno se manifieste sobre este tema. Me parece fundamental para nuestro país la figura de los ex presidentes. Lo que pasa es que en España el PSOE ha pactado con los nacionalistas, y el PP, idem de idem. Pensaría lo mismo de la carta si la hubiera escrito Aznar. ¿Ahora os habéis dado cuenta de todo lo que tendría que venir? Felipe González hace un año estaba defendiendo a Pujol y destacando que era un político limpio…

No critico la carta, pero sí la falta de autocrítica y de memoria del PSOE. Si el PSOE hubiera tenido un proyecto para toda España se habría dejado de ambigüedades con Cataluña, como hemos visto siempre en el Partido Socialista Catalán.

¿Cree que Felipe González no fue claro al hablar sobre Cataluña mientras tenía responsabilidades de Estado?

No se trata de hablar o no. Se trata de actuar… Un presidente de España no puede pactar la gobernabilidad de España con un partido que quiere romper España. Ni en Cataluña, ni en el País Vasco, ni en Valencia, ¡ni en ningún sitio! Yo, por lo menos, no me imagino a un presidente de Estados Unidos pactando la gobernabilidad de su país con los independentistas de Texas…

En España tenemos un problema con dos entradas: lo que han hecho los nacionalistas, y lo que han hecho con los nacionalistas los partidos que han gobernado el país. Han pactado y entre ellos se han tapado. En fin…

¿Qué culpa tuvo Montilla de la Cataluña oficial que tenemos hoy?

Tanto Montilla como el PSC traicionaron los valores de sus votantes. Él mantuvo e impulsó las multas por rotular en castellano, que TV3 fuera una herramienta para fomentar el separatismo, que cuajara aún más el discurso de Cataluña y España como dos realidades diferentes… El PSOE ha tenido complejo para defender la unión y la igualdad de los españoles, independientemente del lugar en el que vivamos. Soy andaluza, soy catalana, mis padres son salmantinos, y soy muy consciente de la diversidad cultural y lingüística de este país, y la defiendo como la que más, pero nadie me va a convencer de que es imposible tener un proyecto común.

¿Qué le diría a los otros españoles que dicen en los cafés: "Mira, si se quieren independizar, que se independicen ya, y que nos dejen en paz esos pesados"?

Les diría que no piensen que Mas es Cataluña y que los catalanes somos todos independentistas. Uno de los grandes fallos que hemos cometido entre todos es dejar que cale en la opinión pública que Cataluña es eso. Nosotros, desde Ciudadanos, hemos contribuido de manera especial a visualizar que hay una realidad catalana que no es independentista, ni mucho menos. No hay un problema catalán. Hay catalanes que tienen un problema con ser españoles, y que están hipermovilizados e hiperrepresentados en las televisiones…

¿Usted cree que Artur Mas habla en serio, o tiene la impresión de que pedalea ante una propuesta imposible?

Artur Mas nunca ha sido independentista. Las hemerotecas están llenas de referencias suyas diciendo que la independencia era inviable… Mas ha utilizado el sentimiento legítimo de muchos catalanes que son independentistas para una estrategia personal centrada en salvar su cabeza. Mas no vio la luz de repente. Mas vio lo que se le venía encima y entonces cambió su discurso apretándolo por el tema de España… Era una forma de huir también de sus problemas de corrupción. El 27 de septiembre los catalanes tenemos la oportunidad de que sepa que le ha salido mal la jugada, y que nos ha salido bien al resto.

Le he oído decir que lo de "la independencia es una cortina de humo". Una cortina de humo que quema…

El humo se esfuma, no es acero, dura poco. Al final se disipa y vemos lo que vemos: lo que de verdad hay detrás.

¿Sin el caso Pujol Mas hubiera salido mejor preparado para esta campaña electoral?

CiU tiene tantos casos de corrupción desde hace tanto tiempo que no es sólo el registro del otro día, o el caso Pujol. Es el caso Palau, y otros muchos episodios de corrupción a nivel local... Son tantos fraudes que es imposible plantear una intervención quirúrgica, porque esa enfermedad está extendida.

¿Cataluña ha perdido muchos trenes de futuro estancándose en ese debate?

Totalmente. Hemos perdido tiempo, mucho dinero, y muchas oportunidades, porque Cataluña es una tierra súper dinámica. Hay datos que lo avalan: inversiones que al final han preferido no venir, empresas que se han trasladado a Madrid… El futuro no está en la incertidumbre política, ni en las aventuras fuera de la ley, ni en el anti europeísmo, ni en el nacionalismo… El futuro está en los principios sólidos, en la unión, y en los políticos sensatos. Espero que este círculo vicioso se cierre de una vez el 27 de septiembre y empecemos a aprovechar las oportunidades y a revertir los errores.


Si usted gana las elecciones, ¿qué?

Que empezaremos a gobernar el 28 de septiembre.

¿Y si no?

El desafío que tenemos sobre la mesa es tan importante que justifica que intentemos sumar con otras fuerzas parlamentarias para liderar el cambio nosotros. Lo que está claro es que somos la alternativa de gobierno, y todas las encuestas nos posicionan ahí. Ciudadanos está en la centralidad política para unir a gente que piensa de manera diferente, como hemos demostrado en el resto de España. En Cataluña hará falta ese diálogo. Ahora mismo existe una línea, que es imaginaria, que no nos deja hablar y ponernos de acuerdo en temas como la erradicación de la corrupción, la educación, la sanidad, la reforma de la administración…

¿Cuál sería su primera medida si resulta presidenta?

Una de las primeras medidas será desarrollar una auditoría de la gestión de la Generalitat de los últimos años: contratos, relaciones con empresas… porque es evidente que ha habido una mala práctica para hacer negocio a través de la política. No será una caza de brujas. Será una auditoría técnica y objetiva. Ese es el mundo profesional del que yo vengo.

¿Qué querrán decir las urnas catalanas si Ciudadanos es la fuerza que más crece?

Que cada vez más ciudadanos catalanes desean con ilusión una nueva etapa política en Cataluña que reforme Cataluña y el resto de España. Ningún votante de Ciudadanos está resignado a lo que hay y prefiere ser inmovilista. Para conformarse con lo que tenemos existen otras opciones políticas que también defienden la unión. Ciudadanos no es sólo unión. Es cambio, regeneración, futuro… A mí tampoco me gusta cómo funciona España, ¡pero no me la quiero cargar. La quiero arreglar!

¿Qué aportará Ciudadanos a Cataluña que no haya podido aportar ya?

La gestión gubernamental. Yo llevo en Ciudadanos desde 2011, y veo que ya hemos contribuido a un cambio político en España. Cuando fui a mi primer mitin a finales de 2010 lo que escuché allí no lo había oído nunca en la tele: regeneración, listas abiertas, despolitizar la justicia… Eso ahora parece el pan nuestro de cada día. ¡Hasta el PP lo repite, aunque no les crea nadie! Aquello, en 2010, era innovador y rompedor. Entonces, los líderes políticos eran Rubalcaba, Rajoy, Cayo Lara y Rosa Díez. Ahora, salvo Rajoy, que sigue igual, porque los del PP son los últimos en enterarse de la película, está Pedro Sánchez, Alberto Garzón, Pablo Iglesias, Albert Rivera… Ya hemos contribuido a ofrecer un discurso diferente, que además es viable. Sin embargo, los cambios de verdad llegarán cuando gobierne Ciudadanos. Nosotros podemos hacer muchas críticas constructivas e instar a cambiar cosas desde la oposición, pero desde el gobierno los cambios serán reformas de verdad.

¿Con Albert Rivera en el Congreso de los Diputados habrá otra manera de entender Cataluña fuera de Cataluña?

Sí. Habrá otra manera de solucionar los problemas, que es lo más importante. Albert aportará sobre todo soluciones que hasta ahora no se han aplicado. Él no volverá a pactar con los nacionalistas a cambio de mirar para otro lado.

Cristina Cifuentes ha planteado ajustar Telemadrid a la realidad de sus cuentas. ¿Harán lo mismo ustedes con TV3?

Esa medida está dentro de los requisitos que le pusimos a Cifuentes para votar a favor de su investidura como presidenta de la Comunidad de Madrid. En España tenemos que sacar las zarpas políticas de las televisiones públicas y debemos ajustar sus presupuestos a la realidad. Yo creo en el servicio que pueden prestar los medios de comunicación públicos, pero desconfío mucho si son instrumentos políticos y tienen un gasto sobredimensionado… Me quejo mucho de TV3 porque me parece que es el sumum del control político y del gasto elefantiásico de una tele, pero no es la única. He vivido en Andalucía y sé lo que es Canal Sur.

La medida anunciada por Cifuentes es una muestra de lo que puede hacer un partido desde la oposición. Hay veces que no ganas las elecciones, te necesitan para gobernar, y rápidamente te vendes por tres sillas. Ignacio [Aguado] podría haber sido ahora mismo el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, pero Ciudadanos no ha querido. Ha preferido estar en la oposición, poniendo unos requisitos para la investidura, porque nosotros no damos cheques en blanco, y ya iremos hablando progresivamente de cada medida… Incluso desde la oposición se puede instar a los cambios, aunque los grandes partidos nos hayan vendido por la vía de los hechos que la oposición no sirve para nada.

¿Quién es Durán i Lleida de verdad? Lleva años jugando al pase, pero no ha metido muchos goles…

Él ha metido muchos goles para sí mismo, y para su partido… Durán i Lleida es la representación de lo que ha sido CiU durante 30 años: un discurso en el Congreso de los Diputados y otro diferente en el Parlament de Cataluña. He estado tres años en el Parlament y he visto esa realidad con mis propios ojos. Es el doble juego habitual de su partido. CiU se queja mucho de España, y no reconoce que ellos son padres de lo que es esto. España es también creación de CiU…

¿El PP ha apostado de verdad por Cataluña?

En Cataluña, aunque no hayan llegado tan lejos como el PSOE, ellos han asumido mantras del nacionalismo, y eso pasa porque han pactado mucho. Un ejemplo que quizás sea sólo anecdótico: desde que Ciudadanos está en el Parlament, los del PP han hablado mucho más en castellano. Ese tipo de símbolos, que no son ninguna tontería, muestran el empeño del PP por parecer una cosa distinta en Cataluña. La clave del éxito de Ciudadanos es no tener complejos. El PP renunció a sus valores, y sus votantes se han visto abandonados.

¿García Albiol es una apuesta, una seguridad, una estrategia, una solución, o una huida hacia delante?

Es la única opción posible. El problema del PP en Cataluña no es de candidato. Es de proyecto, de valores, de marca… El PP no puede vender ilusión para reformar ni Cataluña, ni España…

¿Quién ha hecho más daño a la unidad de España: CiU o el Barça?

Hay muchos responsables, pero creo que los más destacados son los que han mirado para otro lado mientras los nacionalistas hacían y deshacían a su antojo. Los culpables principales son los grandes partidos que han gobernado España, que han pactado con los que querían romper España.

Para mí, la unidad de España es menos importante que la unidad de los españoles. Lo que se ha puesto en peligro es la igualdad y la convivencia, y eso es lo que más me preocupa.

Representa usted esa gente de fuera que entra en política. Se ve que es posible optar a un puesto, sin haber mamado partido desde que se tiene uso de razón. ¿Esa debe ser la tendencia?

La clave es tener una profesión fuera de la política, una manera de ganarte la vida fuera de esto. Me da igual si has trabajado 5, 8 ó 25 años fuera, pero a ti, cuando te pregunten qué eres, no puedes responder que eres político. El que llega a la política debe venir a aportar algo. No está de más saber qué es una empresa, qué es el trabajo en equipo y cómo funciona el mundo real. Además, si no tienes una manera de ganarte la vida fuera de la política no eres libre para irte y para decir lo que piensas. La libertad de poder dejar lo que hago porque no me convence y volver a mi trabajo no tiene precio.

¿Qué ha aprendido usted en la calle que no hayan aprendido las nuevas generaciones del PP y o del PSOE?

Yo estoy en Ciudadanos porque me sedujo el proyecto, y porque me fío de lo que hacemos. Pero no tengo un vínculo como el que es del Barça y sigue siendo del Barça aunque el equipo juegue fatal. Si un día veo que mi partido hace cosas que no me gustan, que no me representan, o que no funcionan, yo me iré. Esto no es como ser de una cofradía, y no soy yo nada capillita… Estoy inmersa hasta el fondo en este partido porque veo que vale la pena, hasta que vea que merece la pena.

¿Qué le enseña Pablo Iglesias?

Ni le conozco…

Pero le habrá visto hablar y funcionar…

Sí… ¿Cosas negativas o positivas?

Supongo que habrá un poco de todo…

Sí, yo te puedo decir cosas positivas incluso de los políticos a los que critico mucho. Pablo Iglesias me enseña que determinados excesos pasan factura…

¿Cree que Carme Chacón tiene futuro político en el PSOE nacional, o se le pasó el arroz?

Ya estoy curada de espantos. No sé si pueden cambiar las tornas como para que sea una figura relevante otra vez en el futuro de España. Pero ya he visto muchos cambios en ella en los últimos años, y tampoco me extrañaría. Lleva mucho tiempo fuera de la primera línea política, y no sé si se plantea un futuro más cerca de Ferraz. No lo sé, la verdad, no la conozco.

Está claro que los políticos han rejuvenecido, pero, ¿ha rejuvenecido la política?

Estamos en ello. Hay partidos que estamos impregnados de principios de una nueva política, y otros que todavía no. De todas formas, no se trata de ser nuevo, sino de ser mejor. Eso es lo importante.

¿Cuál es su percepción sobre lo que pasará el 27-S?

Exactamente, no sé. Lo que está claro es que tenemos una oportunidad única. Podemos tocar con la punta de los dedos la opción que no habíamos tenido nunca tan cerca. Es muy posible que ese día no ganen los partidos nacionalistas y separatistas, y que triunfe la centralidad política.


Como devota acérrima del Barça…

… Bueno, tampoco es que sea muy acérrima. Es más, diría que cada vez menos…

Bien. Como simpatizante del equipo, un ejercicio rápido de míster: ¿A qué jugador, histórico o actual del equipo blaugrana equipararía a Albert Rivera?

Albert Rivera es tan bueno como Laudrup o Xavi para repartir juego, aunque después también te mete unos goles espectaculares. Lo pondría moviendo el balón por el centro del campo, pero que también se adelante y marque.

¿Ada Colau tiene algo de Guardiola?

¡No!!! Guardiola es mucho mejor, aunque sea indepe… Siempre me ha gustado mucho, como jugador…

¿Alicia Sánchez Camacho?

No sé, algún fichaje que se vendiera a bombo y platillo y que después no funcionara…

¿Qué pensó una joven como usted cuando Zapatero hizo gobiernos por cuotas masculinas y femeninas?

Hay una desigualdad tremenda todavía entre hombres y mujeres. Es una evidencia que se puede respaldar con muchos datos. Y creo que hay mucha gente bienintencionada que considera las cuotas como el mecanismo más oportuno para superar esa barrera. Para mí, las cuotas tienen alguna consecuencia positiva, como la visibilidad, pero tienen más consecuencias negativas. Existe desigualdad, sí, pero no vamos a combatirla únicamente a base de cuotas.

Las cuotas tapan la realidad, que es que en las juventudes de los partidos políticos hay muchos más hombres que mujeres, y hay más hombres deseosos de optar a un cargo y de entrar en listas que mujeres. Ese es el problema. Las cuotas pueden tener efectos contraproducentes. Si se pone a una mujer sólo por cuota, habrá quien lo interprete como una injusticia. Y esa percepción frena las políticas de igualdad realmente efectivas. Es un tema muy delicado, y yo no estoy en ninguna trinchera. La cuestión no es mitad y mitad de diputados, mitad y mitad de ministros. La cuestión es cómo vamos haciendo que de verdad cambien los roles sociales.

¿Qué entiende usted por ser liberal?

¡Las etiquetas están tan desvirtuadas últimamente!.. Aun así, puedo decir que mi modo de entender el liberalismo es apostar por la libertad individual, premiar el esfuerzo, estar en el lado opuesto al intervencionismo, impulsar la competitividad para que progresen los mejores… pero todo eso, garantizando la igualdad de oportunidades. El exceso de liberalismo es malo para la sociedad, y la sociedad puede estar perdiendo a un magnífico neurocirujano que nace hoy en las Tres Mil Viviendas si no tiene de verdad las mismas oportunidades para desarrollar su talento adecuadamente.

¿Le molesta que le llamen tertuliana?

No soy tertuliana. Es como si me molestara que me llamen rubia, porque no soy rubia. Soy una persona dedicada a la actividad política que da la cara en las televisiones cuando me llaman, igual que cuando la doy en el Parlament. Creo que tengo la obligación de acercar a los ciudadanos la actividad política que hacemos. Antes era muy cómodo: estaba en el Parlament, no me veía nadie, no había redes sociales, no dabas explicaciones, y ya está. Sin embargo, creo que tenemos la obligación de evitar que el ciudadano se tenga que empapar las sesiones parlamentarias para saber lo que está ocurriendo. A eso voy yo a la tele.

¿Qué ha aprendido de los medios?

Muchas cosas. Son una herramienta fundamental. No hay democracia consolidada sin medios de comunicación libres. Y creo que la presencia de los políticos y los debates en torno a cuestiones políticas en la televisión es bueno.

¿Los medios de comunicación afincados en la Cataluña de toda la vida se han portado justamente con Ciudadanos?

No. En Cataluña ha habido siempre unos gobiernos que han tenido muy claro que necesitaban utilizar a los medios de comunicación para difundir sus mensajes. Desgraciadamente, sus compañeros en Cataluña han tenido una presión por parte del gobierno para ir en una dirección. Se ha subvencionado a medios privados afines, la televisión pública catalana está sometida a un control político brutal…

De todas formas, no creo que los medios sean lo culpables de esto.

Pero, por concretar, ¿los medios de allí le están boicoteando la campaña?

No. No diría eso. Pero hemos tenido que trabajar mucho para que, teniendo la representación que tenemos, tengamos la presencia pública que nos merecemos…

La Diada: ¿cree que hace falta reconducir la celebración de la Fiesta del Día de Cataluña para que sea una fiesta de todos?

La instrumentalización política de las fiestas que deberían ser de todos, evidentemente, es un elemento más de este control de las instituciones tan propio de los nacionalistas. La escuela, los medios, las fiestas... Lo que pasa es el resultado de mucho tiempo de machacar, machacar, machacar, de dinero, dinero, y campañas…

La buena noticia es que el 27 de septiembre tenemos la oportunidad de cambiar todo esto: de tener fiestas para todos, televisiones para todos, escuelas para enseñar, no para adoctrinar, que no haya corrupción, que se reduzca la estructura administrativa que nos sale tan cara, de impulsar la sanidad, la educación… ¡Estoy súper ilusionada!

Y esa noche, ¿cava o rebujito?

Esa noche, sin alcohol, porque al día siguiente seguramente me estén llamando desde las 8 de la mañana todos los medios de Cataluña y del resto de España.


REBOBINANDO

La nueva política ya está aquí. Aprendamos.

Es joven de mentalidad. Está ilusionada. No cree en dogmas, prefiere las soluciones. Tiene ideas. No tiene complejos para defenderlas. Se escandaliza con la corrupción y con las administraciones desproporcionadas. Se lleva las manos a la cabeza con el compadreo judicial. Más que el lema, la sonrisa, y la foto de diseño, reivindica la naturalidad. Más que el político profesional, reclama el profesional que se mete hasta las cejas en la política, y le echa fairy, y le quita la grasa, y no se le caen los anillos.

Más que unidosis, paellas abiertas. Más que bolsillos propios, ilusiones ajenas. Más que inercia, revolución civilizada. Más que más de lo mismo, punto de inflexión con personalidad.

Un consejo, para que sea más creíble: aleje de su vocabulario verbos tan casposos y tan antiestéticos como "visualizar", "implementar", y todas esas palabras vacías que significan bla-bla-bla.

Inés Arrimadas no es ni roja ni azul. Ni verde. Ni rosa. Es naranja, pero podría ser un poco de todos. Esa nueva política que no tiene anteojeras, ni argumentarios de cemento, ni enemigos con blanco en la frente al que disparar desde una rueda de prensa. No es santa Inés. Pero tampoco es Rita. Maestre. No es fanática de un partido. Ni más papista que su secretario general. Forjada en la España del ladrillo opulento. Por contraste. He aquí una candidata.

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