El Congreso de los Diputados no ha reforzado sus medidas de seguridad para evitar otro caso como el robo del escaño de Zapatero

La polémica campaña de marketing ‘viral’ en la que se mostraba el robo del sillón del presidente del Gobierno no ha supuesto cambios significativos en los sistemas de seguridad del Congreso de los Diputados. A día de hoy, la Cámara baja no ha dispuesto ningún filtro o medida extrordinaria para evitar actuaciones de ese tipo, ya que consideran que “no es necesaria”.

Aquella iniciativa, llevada a cabo por la agencia de publicidad Tiempo BBDO por encargo de la ONU, se saldó con la incoación de un expediente a un ‘funcionario cualificado’ del Congreso que participó como cómplice de los supuestos ‘asaltantes’. Los individuos accedieron a la Cámara acreditados por este empleado, que les facilitó la entrada explicando que eran unos familiares suyos que iban a hacer una visita.

En un primer momento, el comunicado de prensa emitido por el Congreso aseguraba que la colaboración del funcionario fue necesaria para ‘superar los filtros de seguridad establecidos’ por la Cámara baja. Según informó ECD por aquél entonces –véalo aquí-, distintas fuentes confirmaron que la seguridad de las dependencias de la Carrera de San Jerónimo iba a ser revisada y se reforzarían y endurecerían los sistemas de protección.

Sin embargo, según declaraciones a ECD de un portavoz oficial del Congreso, esos mecanismos de seguridad, a día de hoy, siguen siendo los mismos: la solicitud del permiso de visita al hemiciclo y la presentación del Documento Nacional de Identidad.

 

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