El ministro de Defensa elude pronunciarse en un desayuno informativo sobre los temas más polémicos de la Ley de Carrera Militar y Mesquida huye de la prensa

Este martes, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, acudió a la cita con políticos, empresarios y periodistas en el Hotel Villa Magna de Madrid. En su discurso evitó tratar algunos temas polémicos de la Ley de Carrera Militar, como la falta de consenso con el PP para la elaboración del texto, la integración de las escalas de Oficiales, o la ausencia de debate en las Fuerzas Armadas por la falta de información previa al actual anteproyecto. El ministro se limitó a destacar la formación que recibirán los militares.

Uno de los cargos que no quiso perderse la intervención del ministro fue Joan Mesquida, director general de la Policía y de la Guardia Civil, que evitó a los comunicadores en todo momento. Llegó muy puntual a la intervención de Alonso y, sin intercambiar palabra con nadie, se retiró de la sala por una puerta secundaria y rodeado de guardaespaldas. Mientras las cámaras de televisión esperaban a la salida al ministro, Mesquida optó por desaparecer de la vista de los comunicadores por un pasillo lateral. Incluso hubo algún periodista que intentó que hablara ante las cámaras, pero Mesquida se salió con la suya y fue rechazando las ‘invitaciones’ de los periodistas.

Acompañaron al ministro en su intervención -además de los habituales Jefes de Estado Mayor- Florentino Pérez (ex presidente del Real Madrid), Elena Salgado (ministra de Sanidad), Miguel Ángel Moratinos (ministro de Exteriores), Francisco Pardo (Secretario de Estado de Defensa) o Enrique Múgica, entre otros.

En cuanto a la intervención del titular de Defensa, a continuación se ofrecen algunas de sus afirmaciones más significativas:

-- Reiteró el interés de España por acoger en Zaragoza el programa de vigilancia aérea sobre el terreno –AGS- desarrollado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero reconoció también que será un empeño “difícil” por la competencia de Italia, Alemania o Polonia.

-- Sobre la salida del ‘número tres’ del CNI, Miguel Sánchez San Venancio, por discrepancias con el Ejecutivo supuestamente por la manera en la que se está llevando la lucha contra ETA, se limitó a decir que “no es así”. “Es una decisión de Alberto Saiz”, remachó.

-- Sobre un próximo aumento del número de efectivos en Afganistán, el ministro dijo que el total de hombres del contingente es actualmente “robusto y suficiente”, aunque no entró en detalles sobre el nivel de inseguridad creciente de los soldados españoles en la zona.

-- Se le preguntó también sobre el envío de helicópteros ‘Chinook’ a Afganistán. Alonso respondió que esa decisión le corresponde al Estado Mayor y que el Ministerio está poniendo “coto” a los problemas generados por la ausencia de los certificados de aeronavegabilidad>. Se pondrá remedio a la problemática durante el “segundo semestre de este año”, manifestó. Hay que decir que Francisco Pardo, tras las declaraciones del ministro, le hizo llegar una nota en la que le matizaba sus palabras: algunos helicópteros de este modelo ya tienen el certificado con el actual Gobierno. El ministro antes de responder a otra pregunta comunicó a los asistentes la corrección de Pardo.

-- El documento sobre derechos y libertades en las Fuerzas Armadas que el Gobierno Zapatero se comprometió a sacar adelante también fue noticia. Alonso rehusó dar una respuesta directa y se limitó a decir que su Ministerio tiene otras prioridades y que, a corto plazo, “no hay otras cuestiones hasta el fin de la Ley de Carrera Militar”.

-- ETA: el titular de Defensa destacó que el Gobierno tiene el “deber” de “intentar” erradicar el terrorismo “dentro del Estado de Derecho”. Sobre la actitud del PP en esta materia, Alonso dijo que debía y debe apoyar a Zapatero. Sobre la ruptura unilateral del “alto el fuego permanente” por parte de la banda, aseguró que los mandos de Defensa le transmiten “absoluta tranquilidad y normalidad”.