Un informe del Ejército detalla las causas de la demora de un año en el despliegue de los vehículos ‘Lince’ en Afganistán
El Ministerio de Defensa inició la pasada semana el despliegue en Afganistán de 17 nuevos vehículos antiminas MLV ‘Lince’. No obstante, el Plan de Renovación de Vehículos Blindados del Ejército fue aprobado por el departamento de Carme Chacón hace casi un año.
En noviembre de 2007, el Gobierno aprobó un plan para renovar todos los blindados del Ejército de Tierra. Se establecieron tres fases para la adquisición de un total de 395 vehículos de escuadra y 180 de pelotón, por un valor de 321 millones de euros.
Precisamente, las primeras cuatro unidades de ‘Lince’ llegaron a la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat la pasada semana. Los 13 blindados restantes, hasta completar los 17 vehículos de esta primera fase, llegarán a Afganistán antes del 7 de octubre.
El Confidencial Digital ha podido tener acceso a un informe interno del departamento de Carme Chacón en el que se detalle las causas de este retraso en el despliegue. Estos son los motivos según los datos que posee la ministra:
-- Para poder desplegar con la suficiente seguridad los vehículos LMV ha sido preciso disponer, al menos, de un mínimo de diecisiete vehículos, trece de línea y cuatro de Puesto de Mando, que tienen diferente configuración.
La recepción de los vehículos con la configuración de Puesto de Mando se produjo el día 31 de Julio, siendo preciso ejecutar el plan de pruebas e instalar las emisoras radio y los inhibidores antes de su proyección en Afganistán.
-- Por otro lado, los conductores de estos vehículos tienen que realizar un curso específico y superar un
examen para obtener el permiso de conducción militar tipo ‘F’, también específico para este vehículo, así como adquirir la suficiente experiencia dadas las especiales características del vehículo y su peso.
Hasta que no se completen todas estas acciones, no es posible proyectar vehículos ‘Lince’ con las
suficientes medidas de seguridad.
-- Además, los vehículos se recibieron de fábrica con unas medidas de seguridad concretas. Defensa las ha mejorado en sus talleres, “en aras de mejorar la seguridad de nuestras tropas”, especifica el informe.
De este modo, el Ejército de Tierra ha adquirido e implantado en los blindados un sistema antiexplosión y unas protecciones cerámicas para los tiradores más exigentes que los originales.
