La Ertzaintza extrema las precauciones en su entorno: la violencia callejera pone en el punto de mira a los familiares de los agentes
Los temores se materializaron hace unos días tras el ataque perpetrado contra una tienda de ropa propiedad de la mujer de un ertzaina que sufrió el lanzamiento de varios artefactos incendiarios en el barrio de Arteagabeitia, en Baracaldo.
Según cuentan a El Confidencial Digital fuentes de la policía autonómica vasca, si después la ruptura de la tregua los agentes tenían la certeza de que estaban en la lista de los objetivos de la banda ahora su preocupación se ha extendido a sus familiares a los que, según afirman, la banda ha convertido en el nuevo blanco de sus ataques.
Las mismas fuentes consultadas por ECD aseguran que han vuelto al escenario de hace tres años cuando no sólo la Ertzaintza era objetivo de la ‘kale borroka’ sino todo su entorno. El suceso de Baracaldo es un buen ejemplo de ello y han supuesto una vuelta a los momentos en los que los agentes y sus familias “debían mirar hacia atrás”.
Además, las mismas fuentes apuntan que la escalada de la lucha callejera se mueve en función de la “Ley del Talión”: a una actuación policial exitosa le sucede un nuevo acto violento. “Por ejemplo, el ataque a la tienda de Barakaldo respondió a la detención realizada días antes del joven de 25 años Alberto Gómez González, acusado de participar en varios ataques de violencia callejera”.
El aumento de los incidentes ha ido unido a la reclamación del aumento de medidas de seguridad para los agentes que, según aseguran las mismas fuentes, no ha tenido ninguna respuesta por parte de Interior a pesar de los continuos anuncios del consejero de Interior, Javier Balza.
