Conversaciones reservadas del monarca

Felipe VI confiesa que resolver la investidura es su primer gran desafío como rey

Si fracasa Pedro Sánchez, no tiene decidido si celebrar una tercera ronda de consultas o abrir un periodo de reflexión para que los partidos intenten un pacto

Pedro Sánchez, en su recepción de ayer con Felipe VI.
Pedro Sánchez, en su recepción de ayer con Felipe VI.

El rey mantiene reuniones periódicas con altos cargos del Estado y responsables de las distintas Administraciones, y encuentros directos con personalidades de los distintos ámbitos de la sociedad. Y con mayor motivo cuando se producen situaciones excepcionales como, ahora, el proceso para designar nuevo presidente del Gobierno.

En el marco de contactos recientes con líderes políticos y empresariales, Felipe VI ha trasladado un mensaje de cierta inquietud, de “miedo a fracasar”, en su papel constitucional de proponer un candidato a la presidencia del Gobierno, y de que el proceso no salga adelante y sea necesario repetir las elecciones.

Las conversaciones sobre este asunto se han desarrollado en encuentros a solas que el monarca ha tenido oportunidad de mantener últimamente, y cuyo contenido ha conocido El Confidencial Digital.

Prueba de fuego para consolidarse

Felipe VI ha reconocido que “se la juega con los acontecimientos políticos que se están viviendo estos días en España”, y más en concreto con la directa intervención que le corresponde para conseguir la formación de un Gobierno.

Incluso ha confesado, en esos ámbitos de confianza, que le inquieta enormemente “no estar a la altura” que exige un momento tan delicado para el país. Admite que su verdadera prueba de fuego comenzará a partir del 4 de marzo, si ocurre que Pedro Sánchez, a quien ha encargado someterse a la investidura, no consigue ser presidente.

Y ese es un escenario que el rey no descarta en absoluto ahora mismo. A partir de ahí, tiene en cuenta que se abre un escenario inédito, en el que asume que “no puede fallar”.

Se ha marcado el objetivo de salir airoso de esta difícil situación, por considerar que eso puede proporcionarle el respaldo definitivo entre la población más crítica con la monarquía.

Felipe VI es consciente del elevado protagonismo que le está dando el actual bloqueo político, algo que, para la formación del nuevo Gobierno, nunca antes había ocurrido con su padre.

Considera que tiene “la alta responsabilidad de hacer visible la importancia y necesidad de la Corona en momentos difíciles como estos, como garante de la estabilidad del sistema político español”. De ahí su preocupación.

¿Una tercera ronda de consultas...

Según personas que han escuchado recientemente a Felipe VI, el rey considera que su encargo a un candidato para formar Gobierno finaliza cuando éste se somete a las dos votaciones de investidura.

 

Si Pedro Sánchez no logra los votos suficientes, el monarca cree que “no le quedará otra” que realizar una tercera ronda de consultas, como marca el artículo 99 de la Constitución, si quiere proponer un nuevo candidato antes de que concluya el plazo legal de dos meses desde la primera votación.

Zarzuela ha dejado entrever estos últimos días que Felipe VI llamará por tercera vez a las formaciones parlamentarias para sondear si hay otro candidato dispuesto a optar a la investidura o que genere el consenso suficiente para llegar a La Moncloa.

… o abrir un periodo de reflexión?

Al mismo tiempo, el monarca duda también de la efectividad de reiniciar esas consultas a los partidos después de dos intentos fallidos.

Por eso, Felipe VI no descarta abrir un periodo de reflexión para que, en ese tiempo, los partidos sean capaces de alcanzar pactos estables de gobernabilidad.

El rey tiene la obligación, según establece el artículo 99 de la Constitución, de proponer un candidato tras realizarse la ronda de consultas, pero puede sopesar antes, con la información de que ya dispone, las posibilidades que tiene el aspirante de formar gobierno.

Si el Jefe de Estado estima que ninguno de los candidatos está en condiciones de reunir apoyos para gobernar, puede demorar su designación para ver si la situación experimenta algún cambio El artículo 99.1 de la Carta Magna especifica que “el rey, a través del presidente del Congreso, propondrá candidato”, pero no establece plazos.

Si Felipe VI considera que no se le ha presentado ningún proyecto político viable, puede no llamar al presidente del Congreso, Patxi López, para proponerle un nombre, y de esta forma dar oxígeno a las negociaciones.

Primer encargo de Gobierno como rey

Si de los comicios de diciembre hubiera surgido un resultado cierto, con un partido claramente posicionado para formar Gobierno, el protagonismo del monarca se habría reducido casi a una labor de trámite. Como ha venido ocurriendo en las oportunidades anteriores, con el rey don Juan Carlos al frente de la Jefatura del Estado.

Sin embargo, en esta ocasión, que es además su estreno en ese papel institucional, las cosas están resultando mucho más complicadas, lo que se tradujo ya, por ejemplo, en la necesidad de convocar una inusual segunda ronda de consultas a los líderes políticos.

Pero lo que tiene claro también el rey -y así lo ha transmitido en estas conversaciones reservadas- es que la repetición de las elecciones sería la constatación de un fracaso, en el que los líderes políticos principalmente, y él en menor medida, habrían demostrado la incapacidad de desarrollar el mandato expresado por los ciudadanos en las urnas.

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