Fiesta del PCE: decepción por la falta de claridad de Francisco Frutos, que parece de retirada, y pitada para Llamazares

El pasado fin de semana tuvo lugar la tradicional fiesta del Partido Comunista, marcado por el agitado ambiente que impera en Izquierda Unida. Francisco Frutos –que parece de retirada- decepcionó a parte de la militancia, Llamazares recibió una pitada y Julio Anguita se distinguió entre los más populares.

El evento organizado por el PCE en la Casa de Campo de Madrid ha estado cargado de significado dada la delicada situación que atraviesa la organización en estos momentos. El discurso central de Paco Frutos decepcionó un tanto, pues evitó realizar una valoración general sobre Izquierda Unida. No quedó clara cual iba a ser su postura de cara a la próxima Asamblea Extraordinaria que se celebrará el próximo mes de noviembre. Excesivamente ambiguo, se ha dicho, ante un tema tan importante.

Algunos de los presentes no pasaron por alto, eso sí, el final de la intervención del todavía secretario general del PCE. Frutos concluyó con un “hasta siempre” que sonó a despedida, pareciendo confirmar que no tiene intención de presentarse a una reelección a la secretaría general de su partido. No faltó quien dijo que aquello era un adiós en toda regla al mundo activo de la política.

Resultó sorprendente la asistencia de Gaspar Llamazares, que llevaba varias ediciones sin pasarse por la fiesta, e incluso se atrevió a subir al escenario desde donde hablaba Paco Frutos. Según testigos presenciales, Llamazares recibió una sonora pitada, pero aguantó bien el tipo rodeado de los suyos.

Como era de esperar, el histórico Julio Anguita fue uno de los políticos más populares de la jornada, mientras que el que algunos postulan ya como alternativa al actual coordinador general de la federación, Enrique Santiago, participó en dos actos sobre derechos humanos, no excesivamente concurridos.

Los militantes que promueven en estos momentos la candidatura del actual secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) hablaban distendidamente por el recinto, a pesar de las últimas noticias que insisten en la solidez de los apoyos de Llamazares para permanecer al frente de IU.