Funcionarios de la Biblioteca Nacional se quejan de Rosa Regás y de que se olvida la investigación

Los funcionarios de la Biblioteca Nacional se quejan de la directora, Rosa Regás, y de que no se trabaja en lo que es la principal función del organismo: servir a los investigadores.

Hay mal ambiente entre el personal de la Biblioteca Nacional, que —según le cuentan a El Chivato- aumenta conforme pasan los días. Los funcionarios se quejan de la directora, Rosa Regás, y de que no se trabaja en lo que es la principal función del organismo: servir a los investigadores de España y de cualquier otro país. Los funcionarios denuncian que cada vez se presta menos atención a ese servicio a los investigadores, y se piensa más en otras actividades laterales, muchas de ellas con un planteamiento de propaganda política e ideológica. Así, un espacio en la parte baja del edificio, que se había preparado para investigadores, se ha desguazado para dedicarlo a exposiciones. Se quejan de que cada vez hay más filtros intermedios para poder hablar con Rosa Regás, y de que dedica su tiempo sobre todo a exposiciones y actividades con trasfondo político. Por ejemplo, ocupa horas y horas en determinar los logos, color de los carteles, para muestras, como la actual sobre la guerra civil, “Biblioteca en guerra” (15 de noviembre de 2005-19 de febrero de 2006). Algunos funcionarios comentan que, si pudieran, se marcharían corriendo a cualquier otro puesto en la Administración. Al parece, la directora ha comentado en privado: “Menos mal que pronto se me jubilarán unos cuantos”. El personal piensa que eso podría convertirse en una buena ocasión de hacerse con personas cualificadas, pero temen que no ocurrirá así.

 

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