Estrategia de Puigdemont para ganar la cuestión de confianza

El gobierno catalán prepara un ‘septiembre caliente’ por la independencia

Protagonizará la defensa judicial a Carme Forcadell frente al TC, tramitará una de las tres leyes de desconexión y volverá a la carga con la Diada

Carles Puigdemont, anunciando en el Parlament la cuestión de confianza.
Carles Puigdemont, anunciando en el Parlament la cuestión de confianza.

La vuelta al curso político en Cataluña será aún más caliente este año. La Generalitat prepara un mes de septiembre de máxima presión a favor de la independencia, aprovechando la inestabilidad política en el resto de España. Y va a trabajar en todos los frentes posibles: el judicial, el parlamentario, y en las calles.

Según desvelan a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en el Gobierno catalán, Carles Puigdemont está diseñando un calendario de actuación bastante contundente para el próximo mes de septiembre, cuando se reabra el Parlament después de las vacaciones forzosas impuestas por la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell.

El objetivo del President es demostrar, tanto en Cataluña como en el resto de España, que su proyecto hacia la independencia es real y está activo. “Vamos a empezar el curso con fuerza”, anuncian desde la Generalitat.

La hoja de ruta es clara y pasa por tres ejes fundamentales: defender a la propia Forcadell ante el Tribunal Constitucional, convocar otra Diada independentista de gran impacto mediático y aprobar leyes de ruptura con España.

Guerra contra el Constitucional

La primera decisión que adoptará Puigdemont en apenas tres semanas es iniciar una guerra judicial contra el Tribunal Constitucional, tras la decisión de éste de bloquear el pacto para la desconexión con España aprobado en el Parlament e iniciar un procedimiento contra la presidenta de la Cámara autonómica.

La Generalitat presentará un recurso contra la suspensión cautelar de la iniciativa parlamentaria por parte del TC. De esa manera, además de ganar tiempo para continuar con la tramitación, también se pretende “llenar de argumentos jurídicos” el propio proceso de ruptura con el resto del Estado, para leyes futuras.

El gobierno autonómico también pondrá sus servicios legales al servicio de Carme Forcadell, ante cualquier sanción que se le pueda imponer. Desde el equipo de Puigdemont se sostiene que “no puede ser castigada por el mero hecho de aceptar un debate parlamentario”.

En ese sentido, señalan que en otras cámaras, tanto regionales como en el propio Congreso, se han tratado otros temas polémicos -como el acercamiento de presos de ETA- y jamás se ha sancionado por ello al presidente de ningún parlamento.

Aprobación de la seguridad social catalana

En paralelo a esa guerra en los tribunales, el gobierno catalán también tiene planeado continuar con la tramitación de la ley que permitirá la creación de una Agencia Catalana de Protección Social. Este organismo será el encargado de impulsar una Seguridad Social propia para Cataluña,  diferente a la del resto del Estado.

El proyecto legislativo se inició el pasado 31 de mayo, cuando JxSi lo registró en el Parlament. Ahora, el objetivo es aprobarlo después de verano para demostrar que el proceso soberanista sigue adelante.

 

Después de esa ley, llegaría el registro y la aprobación de las otras dos resoluciones para la creación de un Estado independiente: la de Transitoriedad Jurídica y la del Proceso Constituyente, que dotarán a la región de leyes y constitución propias.

Vuelta a la carga con la Diada

Pero tanto el recurso contra el TC como la aprobación de las leyes de desconexión tendrán como principal “lanzadera” la Diada del próximo 11 de septiembre.

Como años anteriores, la Generalitat se implicará de forma activa en la organización del Día de Cataluña para convertir el evento en un acto reivindicativo muy mediático a favor de la independencia.

Para ello, no descartan contactar con la Asociación de Municipios por la Independencia, con el objetivo de que acudan a Barcelona el mayor número posible de personas procedentes de otros lugares de Cataluña con las esteladas en mano.

La cuestión de confianza a Puigdemont, clave

Todas estas acciones se llevarán a cabo las primeras semanas de septiembre como demostración de que el proceso de independencia sigue adelante. No obstante, las fuentes consultadas reconocen que hay alguna otra razón de peso, más pragmática, para empezar el curso político con tanta contundencia.

La principal de ellas es que el próximo 28 de septiembre Carles Puigdemont se somete a una cuestión de confianza en el Parlament. Necesita los votos favorables de la CUP para mantener el gobierno y no verse forzado a convocar unas nuevas elecciones autonómicas.

Los diputados de extrema izquierda han condicionado este apoyo a que se den “pasos decisivos” a favor de la independencia. Por tanto, la Generalitat tiene las manos atadas: “Necesitamos que haya gobierno en Cataluña para que haya independencia. Por eso vamos a poner en marcha los mecanismos para ello. Cuanto antes”.

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