La ministra González-Sinde está “destrozada”: no entiende cómo José Enrique Serrano la metió en el ‘plan antidescargas’ de Internet, sin conocimiento de Zapatero y Rubalcaba
La titular de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha tenido que capear un aluvión de críticas tras la presentación de un plan que podría permitir la censura en Internet sin la intervención de un juez. Al parecer, la ministra está muy afectada por lo sucedido. Sobre todo, por cómo se gestó la iniciativa.
Según ha confirmado El Confidencial Digital, González-Sinde ha pasado un duro trago con la ya famosa disposición adicional de la Ley de Economía Sostenible que pretende autorizar el bloqueo de páginas web sin intervención judicial para perseguir la piratería en Internet.
Fuentes de la máxima solvencia, cercanas al Ejecutivo, aseguran que la ministra “está destrozada” y aluden, concretamente, a su comportamiento durante el consejo de ministros del pasado día 4, en Moncloa. “Se la vio muy afectada durante la reunión. Lo pasó bastante mal y saltaba a la vista que estaba tocada”, advierten.
El dato adquiere más relevancia para quienes la conocen, pues se la califica de persona dura, bregada, con carácter y acostumbrada a lidiar con polémicas. De ahí que llamara tanto la atención su abatimiento y pesar.
En privado, la ministra muestra su desconcierto porque fue una persona del gabinete del presidente el que le dio una consigna inequívoca de que apostara duro por esta iniciativa. Se trata de José Enrique Serrano. Las fuentes consultadas confirman que el ‘fontanero’ de Moncloa impulsó personalmente este anteproyecto.
Pero hay más. La sorpresa de González-Sinde fue en aumento cuando se percató de que ni Zapatero ni Alfredo Pérez Rubalcaba estaban al tanto del contenido del proyecto. Hay que recordar que José Enrique Serrano ha sido considerado siempre un hombre cercano al ministro del Interior. Sin embargo, en esta ocasión no advirtió a Rubalcaba de lo que se estaba fraguando.
Ni qué decir tiene que el propio presidente Zapatero considera un desatino algunos de los contenidos del anteproyecto de marras. Por ejemplo, esa disposición que contempla la creación de una Comisión de Propiedad Intelectual, dependiente del Ministerio de Cultura, con potestad para cerrar páginas web que vulneren derechos de autor.
“Para eso está la justicia”, admiten desde el entorno del jefe del Ejecutivo, y ni el gobierno (a través de Cultura) ni la SGAE, tienen legitimidad alguna para ejercer como un organismo censor.
