Javier Arenas se resiste a una reforma en profundidad de ayuntamientos y diputaciones: no quiere perder poder en Andalucía
La reforma local y provincial que quiere afrontar el Gobierno no será tan drástica como le gustaría a Cristóbal Montoro, e incluso, aunque parezca mentira, al propio Mariano Rajoy, por culpa de Javier Arenas, vicesecretario y responsable de política local del PP.
Se ha publicado en algunos medios, y también dentro del PP, que el presidente del Gobierno se opone una reforma en profundidad porque fue presidente de la Diputación de Pontevedra y siente aprecio e incluso nostalgia por esas instituciones. Fuentes del PP a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital niegan la mayor: el cambio no será tan profundo como sería exigible porque Javier Arenas se ha atrincherado y no quiere que se llegue hasta el final.
De acuerdo con esas fuentes, el poder de Arenas en Andalucía está hoy en las diputaciones y en las alcaldías, tras haber ganado las elecciones autonómicas y no poder gobernar. Ahí es donde hace oposición, y por tanto no quiere meter tijera mas que lo mínimo y necesario.
Es mas: en regiones donde el Partido Popular manda, como Galicia, Aragón o Castilla León los dirigentes del PP aceptarían que las diputaciones desaparecieran aunque haya resistencias, que las hay.
El peso del sector local y provincial es sólo el 13% del gasto de las Administraciones Públicas, escaso comparado con el 50% de las comunidades autónomas, pero es también un test clave de cara a cumplir con Bruselas en el ajuste de gasto público. Sobre todo cuando hay que vender a Europa que se va a seguir dando cuerda en el déficit a las comunidades autónomas.
