El plan de José Blanco como presidente del Comité Federal del PSOE
Está encantado de ser el líder del “Comando Cuéntame”, pero advierte que dará un paso atrás una vez que se apacigüe el partido
Mucho se ha hablado en los últimos meses de la existencia del llamado “Comando Luena”. Es el nombre que designa a un grupo de ‘trolls’ informáticos que, siguiendo las consignas de Ferraz, publican mensajes y tuits en las redes sociales atacando a los rivales de Pedro Sánchez.
Como respuesta, la propia Susana Díaz tiene activado también el “comando Susana”. Así se conoce a la infraestructura de apoyo en las redes, cuyos miembros se dedican, en bloque, a defender la gestión de la presidenta andaluza y a atacar a los partidarios de Sánchez, cuando desde la dirección del PSOE andaluz lo ordenan.
José Blanco fue durante doce años el número dos del PSOE, el tiempo que José Luis Rodríguez Zapatero ocupó la secretaría general del partido. El ex vicesecretario general se ha mostrado partidario en las últimas semanas de la abstención para desbloquear la formación de Gobierno.
Esta postura le ha hecho recobrar protagonismo político, después de que tras su salida del Gobierno en 2011, fuera elegido eurodiputado en mayo de 2014, lo que le dejó relegado a un segundo plano.
Además, el ex ministro fue rescatado el pasado domingo por la gestora como presidente del decisivo Comité Federal que decidió la abstención en la investidura de Mariano Rajoy.
Otros históricos socialistas como Elena Valenciano, Ramón Jauregui y Soraya Rodríguez han decidido también dar un paso al frente para apaciguar el incendio en el PSOE. En algunos ámbitos políticos se les ha comenzado a denominar como “comando Cuéntame”, en referencia a la vuelta de la vieja guardia del partido.
Según ha sabido El Confidencial Digital por fuentes próximas al ex ministro, Blanco se muestra encantado de este apodo. Y asegura, además, que no lo considera para nada despectivo.
Todo lo contrario. No cree que la denominación busque ridiculizar el regreso de las viejas glorias del PSOE en este momento, sino que lo ve como una muestra cariñosa que valora la implicación de estos dirigentes en un escenario de máxima dificultad para el partido.
Así se lo ha reconocido estos días ante un grupo de eurodiputados españoles con los que ha intercambiado impresiones en Estrasburgo sobre el futuro político de España.
Les ha confirmado también que su vuelta es temporal, que no tiene ninguna ambición de poder y que el denominado “comando”, no sin cierta sorna, se retirará después de contribuir a la unión del partido, ahora totalmente dividido por el cambio de posición en la investidura de Rajoy.
