Los seis soldados que murieron en el Líbano se dirigían a la base ‘Miguel de Cervantes’ para llamar por teléfono a sus familiares

Los aproximadamente 1.100 militares españoles desplegados en el Líbano se encuentran alojados, principalmente, en la base ‘Miguel de Cervantes’. No obstante, el Ejército ha desplegado una serie de destacamentos fijos en otros lugares. Éstos carecían de teléfono. Los seis militares que fallecieron en un ataque terrorista en el mes pasado se dirigían a la base principal para telefonear a sus familiares y amigos.

El pasado 23 de junio, un artefacto explosionaba al paso de un vehículo blindado BMR del Ejército español en el Sur del Líbano. Finalmente, seis militares españoles (Jefferson Vargas Moya, Jeyson Alejandro Castaño Abadía, Yhon Edisson Posada –los tres de origen sudamericano-, Jonatthan Galea García, Juan Carlos Villora Díaz, y Manuel David Portas Ruiz) morían en ese ataque “premeditado”, según dijo el ministro de Defensa, José Antonio Alonso. Otros dos compañeros resultaron heridos.

Estos militares formaban parte de la Fuerza de Interposición en el Líbano de la ONU (FINUL) en la que España despliega un contingente de unos 1.100 soldados. Los seis militares fallecidos formaban parte de la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista 'Almogávares VI', con sede en los municipios de Paracuellos del Jarama y Alcalá de Henares.

Según ha podido saber ahora El Confidencial Digital, estos seis paracaidistas se dirigían a la base central de operaciones del mando español, la ‘Miguel de Cervantes’, para proceder a llamar por teléfono a sus familiares. Carecían de vía telefónica en uno de los destacamentos fijos que los mandos del Ejército han desplegado en las proximidades y donde residían.

Fuentes consultadas por ECD entre los militares desplegados en El Líbano confirman que los soldados que se encuentran fuera de la base no disponían de vía telefónica para llamar a sus allegados o para conectarse a Internet. Ese fue el caso de estos seis militares fallecidos.

Sin embargo, las cosas han cambiado. Las mismas fuentes aseguran que, tras el trágico atentado del pasado mes de junio, el Ministerio de Defensa se ha apresurado a instalar las cabinas telefónicas necesarias y puestos de acceso a Internet para reducir al mínimo los desplazamientos como el que acabó con la vida de los seis soldados.

Unos desplazamientos, por cierto, en los que los soldados son muy “vulnerables”, aseguran estas fuentes. Aquella comitiva no estaba integrada por una “patrulla de seguridad” propiamente dicha. Por ello, en este desplazamiento, aparentemente rutinario, no había ningún oficial al mando de la operación.

 

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