Mariano Rajoy está tentado de plantear él mismo en el Congreso la reforma constitucional sobre la sucesión a la Corona

Ahora que se ha producido el anuncio de que el segundo hijo de los príncipes de Asturias será otra niña, es asunto relevante que el líder del Partido Popular se muestra partidario de que la reforma se aborde en cuanto se pueda, sin condicionarla ni esperar a que se intenten otros cambios en nuestra Carta Magna. Otra cosa es que finalmente lo vaya a plantear en solitario.

Uno de esos momentos en que estuvo a punto de presentarse en el Registro del Congreso, para solicitar la modificación de la Constitución en ese punto, se produjo tras un Pleno de la Cámara en el que el portavoz socialista, Diego López Garrido, echó la culpa al PP de que la reforma constitucional no estuviera ya en marcha.

El presidente popular se frena, en su tentación de pedir el cambio en la sucesión de la Corona para suprimir la preferencia del varón sobre la mujer, porque sabe fehacientemente que la Familia Real no ve conveniente un referéndum en el que el único punto a votación sea ése, ya que podría convertirse en una consulta nacional sobre la monarquía como tal, con los riesgos que podría provocar.