El negociador de Mesquida para ‘asuntos calientes’ de la Guardia Civil logra desactivar la crisis de los “mandos rudos” de Tráfico en Badajoz

El director General de la Policía y la Guardia Civil Joan Mesquida tiene dos asesores personales que le ayudan en las tareas más difíciles de su cargo. Miguel Morata es uno de ellos. Su último ‘cometido especial’ ha sido solucionar los problemas surgidos en el Destacamento de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Badajoz.

En el Destacamento de Badajoz de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil las aguas no terminan de volver a su cauce. Aún hoy cuatro de sus integrantes permanecen de baja psicológica, tras haber sido hasta treinta los agentes de su plantilla en esta situación. La problemática, motivada por la dureza de algunos mandos fue denunciada por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), a la que ahora se acusa de “haberse quitado de en medio”. Para desactivar el asunto, la Dirección General de la Guardia Civil se ha servido de los buenos oficios de un asesor personal del Director General de Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida.

Miguel Morata, que así se llama “el mediador” utilizado en este caso, es una de las dos personas de confianza que el director general de Policía y Guardia Civil se llevó consigo al ser nombrado máximo responsable de la Benemérita. Su tarea diaria es tender puentes y negociar, de forma oficiosa, entre la Dirección General de la Guardia Civil y las distintas asociaciones que existen en el seno del Instituto Armado.

Sus oficios fueron requeridos en diciembre del pasado año, tras la recepción en la Dirección General de la Guardia Civil de un informe realizado por el General de Brigada Rogelio Martínez Masegosa, Jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, sobre los documentos y escritos remitidos por la AUGC acerca de los problemas surgidos en el destacamento de Badajoz.

En el citado informe –al que ha tenido acceso El Confidencial Digital- se hace un minucioso análisis del origen de esta problemática. Éste no era otro que el carácter difícil del entonces Jefe del Destacamento, un teniente posteriormente ascendido que ya no se encuentra en la unidad. El carácter de este oficial, provocó –siempre según el informe citado- situaciones de tensión “que no consiguen solucionarse adecuadamente” y que desembocaron en la toma de posición contra él de varios integrantes de la unidad descontentos con sus formas. Todo desemboca en 2005 con la baja psicológica de cerca de treinta guardias, que se alargaron en muchos casos en 2006, y que aún hoy persiste con cuatro integrantes del Destacamento.

La presión “de los familiares del personal” en baja psicológica provocó, según el informe, que el propio Teniente Jefe del Destacamento, causante del problema inicial, permaneciera de baja psicológica igualmente durante cuatro meses en 2005 y tres meses más en 2006, hasta que abandonó definitivamente el mando del destacamento tras su ascenso a Capitán.

Esta paradójica situación no quedó solucionada con la marcha de este oficial, ya que las quejas se desplazaron entonces a la persona del Capitán Jefe del Subsector de Badajoz, a causa –siempre según el documento realizado por Martínez Masegosa- de una falta de comunicación del citado capitán con los miembros del destacamento. No obstante, Masegosa asegura que desde otros destacamentos del citado Subsector sobre los que también ejerce el mando desde 1999 jamás han surgido quejas sobre este oficial.

El problema es que los cuatro integrantes del destacamento siguen de baja porque se niegan a regresar mientras este Capitán siga en su puesto. A este ‘estancamiento’ ayuda que AUGC haya dejado de presionar en el asunto, señalan fuentes cercanas al caso.

Por todas las circunstancias mencionadas, en diciembre de 2006 intervino en la crisis Miguel Morata, considerado ‘el negociador’ de Mesquida para los asuntos más espinosos que plantean las distintas asociaciones, que se desplazó a Badajoz. Tras finalizar diversas gestiones y entrevistas, la calma parece haber vuelto al destacamento y la AUGC ha dejado de reclamar por un asunto que da por imposible.

Llama la atención el hecho de que el informe realizado por el General de Brigada Martínez Masegosa, refleja también una valoración sobre la actuación del Comandante Jefe del Sector de Badajoz, de quien se afirma “...que si bien tiene una gran calidad humana, carece de las necesarias dotes de líder y del carácter necesario para adoptar iniciativas y decisiones de mando oportunas que pudieran haber atajado el caldo de cultivo que desembocó en la actual situación del Destacamento...”

 

Pese a estas valoraciones, Masegosa desaconseja sustituir a los mandos de Badajoz “ya que se crearía una imagen de la misma muy negativa y de Unidad conflictiva”. La decisión final ha sido dejar que la situación se normalice por si sola.

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