Moratinos se apoyará en dos personas para potenciar la Ayuda al Desarrollo, que será clave en Exteriores: Iñigo de Palacio y José Antonio González Mancebo

La Cooperación Internacional y al Desarrollo va a ser uno de los pilares de la “activa” política de exteriores de Zapatero, tal y como apunta la donación de siete millones de dólares adicionales (unos 4,5 millones de euros) al Programa Mundial de Alimentos (PMA) que acaba de anunciar el Gobierno. Habrá dos personas claves.

Miguel Ángel Moratinos vuelve a contar con la confianza de Zapatero para impulsar la política española de Exteriores, política que, de acuerdo con el propio Zapatero, será una de las prioridades de esta legislatura. Lo hará en torno a dos ejes fundamentales: el fomento y fortalecimiento del multilateralismo y –como decimos- la mejora y optimización de la ayuda española a la Cooperación al Desarrollo.

La presidencia española de la UE en 2010, la celebración de la Expo de Zaragoza en el marco del Año Internacional del Agua, el nuevo Plan de Cooperación al Desarrollo y la Alianza de las Civilizaciones son los desafíos concretos a los que tendrá que enfrentarse en esta legislatura, quien lleva camino de convertirse en el ministro de Exteriores que ha ostentado esta cartera durante más tiempo.

Las líneas generales en materia de asuntos exteriores para esta legislatura apuntan hacia una mejora de las relaciones con EE.UU –a la espera de dar el primer paso dentro de una semana en Bucarest, a raíz de la entrevista que mantendrán Bush y Zapatero en la capital rumana y siempre con miras al cambio de Gobierno que se producirá al otro lado del Atlántico en Noviembre-; a una mejor definición de la posición y estrategia españolas dentro de la Unión Europea; al incremento de la ‘ofensiva diplomática’ hacia América Latina, tratando de potenciar las ‘cumbres’ iberoamericanas e intensificando las relaciones políticas, culturales y comerciales; continuar la penetración española en los mercados orientales y poner especial atención en la política de vecindad con Marruecos.

Sin embargo, si por algo ha destacado la política de Moratinos en lo últimos cuatro años es por el hincapié realizado en materia de cooperación al desarrollo. Prueba de este compromiso, que muchos califican de “personal” –‘personalista’, en otros círculos de la comunidad internacional– son el Plan Director de la Cooperación Española 2005–2008, el impulso a la Secretaría de Estado de Cooperación y Desarrollo y la reforma de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).

Tanto el jefe de la diplomacia española, como la Vicepresidenta del Gobierno o el propio Zapatero han reiterado en numerosas ocasiones el compromiso español con la ayuda al desarrollo y la llamada vía multilateral, así como la alineación de las acciones de este Gobierno en materia de Exteriores con el sistema e iniciativas de Naciones Unidas. Al término de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE que se celebró en Bruselas el pasado 10 de marzo, Moratinos ratificó el gran compromiso de España con "la cooperación al desarrollo" y con la Alianza contra el Hambre que la comunidad internacional materializará a partir de la celebración de una Cumbre de Jefes de Gobierno el próximo septiembre.

Es exactamente en este organismo internacional donde se encuentran dos de los “hombres clave” de la política de Moratinos. Se trata de Iñigo de Palacio España y José Antonio González Mancebo.

Moratinos ya demostró su confianza en Iñigo de Palacio España cuando lo nombró Embajador Representante Permanente Adjunto de España ante las Naciones Unidas el 20 de abril de 2004, durante la celebración del primer Consejo de Ministros de la legislatura, apenas unos días después de su toma de posesión como Ministro de Exteriores. Hasta ese momento, De Palacio era el Subdirector General de Naciones Unidas en la Dirección General de la Unidad de Coordinación de la Participación de España en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El nombramiento coincidió con el del Juan Antonio Yáñez-Barnuevo como embajador Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas.

Ha sido precisamente el representante permanente español ante la ONU uno de los mayores impulsores de la Alianza de Civilizaciones de Zapatero, ambiciosa iniciativa que, según fuentes diplomáticas consultadas se ciñe estrictamente a los planos de cooperación y colaboración política y cultural, y que no se meterá en ningún momento en aspectos religiosos, “materia que compete a los líderes de cada una de las confesiones”.

Desde entonces, España ha duplicado su ayuda oficial al desarrollo, que ha pasado desde el equivalente al 0,24 por ciento de la renta nacional bruta en 2004, hasta el objetivo previsto del 0,50 por ciento de esa renta en 2008. De Palacio, en línea con el respaldo de la Moncloa a la apuesta y defensa clara de España por la vía multilateral en las políticas de cooperación al desarrollo, recordó el pasado de noviembre en la conferencia de las Naciones Unidas sobre las contribuciones que los países harán en 2008, que la ayuda española al sistema de la ONU ha pasado de representar el 4,5% del total de esa ayuda en 2004 al 16,6% en 2006. Con la intención de que esta partida presupuestaria excediera el 35% en 2007, el Gobierno lanzó a finales de 2006 el Fondo de Naciones Unidas-España para la Consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

 

Otro de los nombres con largo recorrido en la futura política internacional española es José Antonio Mancebo, quien desde el pasado mes de diciembre dirige este Fondo desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Se trata de una iniciativa orientada a luchar contra la pobreza junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que actúa como agencia administradora, y junto a otras agencias, fondos y programas del sistema de la ONU. España se ha convertido, gracias a la puesta en marcha de esta iniciativa conjunta con el PNUD, en el primer país del mundo en crear un fondo específico para la consecución de los objetivos del Milenio.

Dicho fondo está dotado con 528 millones de euros que se asignarán entre 2007 y 2010 a proyectos y programas que tengan por objeto sectores prioritarios para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio como gobierno democrático, equidad de género, necesidades sociales básicas, desarrollo de los sectores económicos y privados, medio ambiente y cambio climático, prevención de conflictos y construcción de la paz, y diversidad cultural.

Iñigo de Palacio España, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ingresó en 1981 en la Carrera Diplomática. Antes de recabar en Naciones Unidas, De Palacio estuvo destinado en las representaciones diplomáticas españolas en Bolivia y Marruecos y ha sido Subdirector General de Cooperación Aérea, Marítima y Terrestre en la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, Cónsul General de España en Porto Alegre y Consejero en la Misión Permanente de España ante la Oficina de las Naciones Unidas con sede en Ginebra.         

José Antonio González Mancebo. Nació en león el 28 de mayo de 1960. Es Licenciado en Derecho. Funcionario del Grupo A del Cuerpo Técnico de la Administración general de la Seguridad Social. Ha sido Coordinador General de la AECI en Guatemala y Colombia y Director Nacional de la ONGD Solidaridad Internacional en Honduras, habiendo ocupado además distintos puestos directivos en la Administración del Estado y Autonómica, entre ellos la Dirección Provincial de Servicios Sociales de Pontevedra. Actualmente es Subdirector general de Planificación y Evaluación de las Políticas de Desarrollo de la SECI-MAEC.

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