Moratinos reúne a sus diplomáticos más íntimos del Ministerio para inaugurar las vacaciones con una cena-fiesta en Córdoba
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel “Curro” Moratinos, quiere terminar generosamente su primer fin de curso. A tal fin ha convocado a los altos cargos de su Ministerio y a sus colaboradores más cercanos para una cena-fiesta en Córdoba, el día 30 de julio.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel “Curro” Moratinos, quiere terminar generosamente su primer fin de curso. A tal fin ha convocado a los altos cargos de su Ministerio y a sus colaboradores más cercanos para una cena-fiesta en Córdoba, el día 30 de julio.
El festivo acontecimiento lleva un buen tiempo incubándose. No es la primera vez que Moratinos organiza una de estas cenas –recientemente hubo otra en Madrid-, pero sí resulta excepcional el fasto que se le ha otorgado a la reunión veraniega de fin de mes.
En la sede del ministerio, eventos como este se leen de dos maneras: en primer lugar, estas reuniones parecen ante todo alardes de triunfalismo y, en segundo término, van dirigidas al adoctrinamiento de los fieles que rodean al ministro y conforman el cogollo de nuestra diplomacia.
Algunos hay que ven en esto reminiscencias de los años dorados de la administración González, y se teme que, además del cogollo, exista una lista negra paralela con los nombres no gratos para los socialistas. Pero, por el momento, esta cena es sólo una cena que sirve para inaugurar las vacaciones agosteñas. (26-07-2004)
