Ofensiva del juez Grande-Marlaska para que Javier Gómez Bermúdez vuelva a la sede de la Audiencia Nacional y abandone su ‘exilio dorado’ junto a los abogados del Estado

Javier Gómez Bermúdez no está trabajando físicamente en la Audiencia Nacional pese a que su destino final ha sido la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal. En estos momentos se encuentra instalado en otro edificio, junto a los abogados del Estado. El presidente Marlaska ha acordado que regrese a la sede de la institución.

Según ha sabido El Confidencial Digital, este acercamiento dictado por el nuevo presidente de Sala de lo Penal persigue que Gómez Bermúdez pueda deliberar con los demás jueces de su sección y siga el día a día del trabajo del tribunal. En esa misión lleva varias semanas y ha firmado un escrito para hacerlo posible. Sin embargo, no le está resultando una tarea sencilla.

Para empezar, la presidenta de la Sección Cuarta, Ángela Murillo, ha reaccionado con gran contundencia negando que en las dependencias exista espacio alguno donde ubicar a Gómez Bermúdez. Ha declarado, textualmente, que “no existe ni un sólo metro cuadrado para albergar o situar el despacho”.

Ha precisado incluso que “sólo existe una dependencia de paso, entre el Servicio Común de Ejecutorias y la Sección, donde transitan –entre otras- las personas condenadas por sentencia firme”. Y ha añadido, no sin cierta sorna: “lo que no parece en absoluto adecuado para que cualquier Magistrado pueda desarrollar dignamente sus funciones”.

Algunos jueces, conocedores de este debate abierto, destacan en privado que la presidenta Ángela Murillo parece haber olvidado el caso de varios magistrados que han estado trabajando incluso en la propia biblioteca hasta que se les ha podido habilitar un espacio.

También el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, se ha visto implicado en este pulso y ha debido pronunciarse. Y lo ha hecho en el mismo sentido que Ángela Murillo. En una providencia dictada el pasado martes asegura que la Presidencia “no tiene constancia de la existencia de una dependencia en el edificio de la calle Génova para el desarrollo de sus funciones” por parte de Javier Gómez Bermúdez.

El último episodio de este ‘affaire’ lo ha protagonizado el propio Fernando Grande-Marlaska. El juez ha distribuido este miércoles una consulta por escrito a todos los jueces de la Sala de lo Penal, a excepción de los presidentes, para preguntarles “si tendrían inconveniente en compartir despacho con otro compañero”. Los interesados tienen hasta el próximo 4 de mayo para responder.

Esta maniobra hay que enmarcarla en la antigua disputa que enfrenta a estos dos jueces desde hace algún tiempo.

Hubo fricción entre ambos hace un año a cuenta del polémico ‘caso Faisán’, el chivatazo policial al aparato de extorsión de la banda terrorista ETA que comenzó a investigar Grande-Marlaska. Gómez Bermúdez avocó entonces al pleno de la Sala que presidía un recurso sobre si era pertinente o no procesar a los policías. La respuesta fue que no, lo que supuso un serio revés para su compañero.

Posteriormente, Gómez Bermúdez fue el ponente de una sentencia que absolvió a un abogado acusado de proteger y cubrir a huidos y refugiados de ETA, en la que acusó abiertamente a Grande Marlaska de “lagunas” y “falta de control” en la instrucción del caso.

 

Finalmente, el pasado mes de febrero, Grande-Marlaska pudo resarcirse: le ganó al juez que juzgó los atentados del 11-M, por 11 votos a 9, la elección a la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que votaron los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Vea a continuación el requerimiento a los jueces de la Sala de lo Penal para que se pronuncien sobre la posibilidad de compartir despacho para hacerle sitio al juez Bermúdez:

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