Ahora el PP cree que fue un error. La insistencia de Cospedal logró de Mariano Rajoy que no hubiera ninguna presencia del Gobierno en la dirección nacional del partido
Lo que parecía una gran idea y un logro de Cospedal frente a Rajoy se ha convertido en un problema. Los errores de comunicación y contradicciones entre el Gobierno y Génova son achacados ahora a la insistencia de la secretaria general del PP de impedir la presencia de cualquier miembro del Ejecutivo en la dirección nacional del partido.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes cercanas a la cúpula del PP, “la decisión de separar totalmente el partido de La Moncloa, con ningún miembro del Gobierno con cargos directivos en Génova, fue propuesta por María Dolores de Cospedal a Mariano Rajoy, al que insistió sobre este asunto desde la victoria en las elecciones hasta la celebración del Congreso de Sevilla”.
La secretaria general del PP pidió al presidente “plenos poderes para llevar el partido”, ya que no quería ningún tipo de intromisión exterior: “La salida de Ana Mato de Génova, por ejemplo, fue una de las condiciones que se plantearon. Rajoy quería mantenerla en la dirección nacional pese a ser ministra, pero De Cospedal se negó”.
Finalmente, y con la nueva ejecutiva del partido elegida en el Congreso de los ‘populares’ celebrado el fin de semana del 17 al 19 de mayo, “Cospedal vio cumplidas sus exigencias, apoyadas además por la mayoría de barones del partido, que apoyaron esa división clara entre el Gobierno y Génova”.
No obstante, los errores de comunicación protagonizados durante las últimas semanas, “donde ha habido contradicciones muy graves entre algunos ministros y nuestros portavoces en el partido”, han hecho custodiar el modelo impulsado por la secretaria general: “Nos hemos dado cuenta de que hay una falta de coordinación muy grave que provoca, por ejemplo, que De Guindos diga una cosa y Floriano otra”.
“Durante el Gobierno de Aznar no teníamos estos problemas”
Las fuentes consultadas por ECD recuerdan, además, que durante los Gobiernos de José María Aznar sí hubo presencia de miembros del Ejecutivo, incluyendo ministros, en la dirección nacional del partido, sin que ello resultara contraproducente para La Moncloa o Génova.
En esos años, Francisco Álvarez Cascos compaginó la vicepresidencia del Gobierno y el ministerio de Fomento con la secretaría general del partido; que ostentó hasta 1.999. También Javier Arenas se encargó de ‘mover’ el partido de 1.999 a 2003, mientras desempeñaba sus labores como Ministro de Trabajo primero y vicepresidente segundo después.
