El liderazgo del PSOE, en juego

Pedro Sánchez ha desatado la batalla final contra Susana Díaz

No informó a la líder andaluza del retraso del congreso del partido ni de su intención de presentarse a la reelección como secretario general. Hizo caso omiso a sus advertencias sobre Podemos

Susana Díaz y Pedro Sánchez.
Susana Díaz y Pedro Sánchez.

Ya no hay vuelta atrás. Después de meses de guerra fría entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, el secretario general del PSOE ha decidido iniciar la batalla final por el liderazgo del partido contra la dirigente andaluza, a la que ha recordado que él es quien decide cuándo se convoca el congreso de los socialistas... y con quién puede pactar para formar gobierno.

“Ella tiene cultura de partido y sabe que es esta dirección y mi persona, como secretario general, la que marca y propone la líneas políticas a nivel federal”. Así respondió Pedro Sánchez, en la rueda de prensa celebrada ayer en Ferraz, a una pregunta sobre la oposición de Susana Díaz y otros barones del partido a su estrategia de pactos del 20-D.

Con estas declaraciones, el líder del PSOE quería dejar claro tres cosas: que en el partido manda él, que intentará formar gobierno con Podemos y otras formaciones si Rajoy no lo logra, y que está dispuesto a enfrentarse a la presidenta de la Junta y a otros dirigentes autonómicos por mantenerse al frente de Ferraz.

Así lo interpretan, desde luego, personas muy próximas a Susana Díaz, que reconocen a El Confidencial Digital su “sorpresa” por el carácter beligerante de Sánchez y sus últimos movimientos: “Pedro ha decidido tomar la iniciativa y ha cogido con el pie cambiado a Susana”. Ahora, no obstante, “tendrá que hacer frente a todas las críticas que le puedan venir”.

Choque por el congreso del PSOE...

Las fuentes del entorno de la andaluza consultadas por este diario explican que la declaración de guerra de Sánchez llegó el pasado lunes cuando aprovechó la reunión de la ejecutiva federal para anunciar que retrasaba el congreso del PSOE -previsto para febrero- a finales de la primavera de 2016 y que él optaría a la reelección como secretario general.

Una decisión que en ningún momento trasladó a Díaz, a pesar de las conversaciones telefónicas que hubo entre ambos desde la noche del domingo, cuando se confirmaron los resultados de las elecciones.

En ese sentido, la presidenta de la Junta no esperaba una actitud así de Sánchez que, en su opinión, está utilizando el actual escenario político surgido de las urnas para intentar, por todos los medios, mantenerse al frente del PSOE.

...y por la política de pactos

Susana Díaz, explican dirigentes del partido en Andalucía, fue la que más clara se mostró, en la noche del 20-D, con Sánchez respecto a la estrategia que debía seguir: “Ya entonces, le dijo que el PP había ganado las elecciones y que el PSOE no debía intentar pactar con Podemos para llegar a La Moncloa”.

Una advertencia que ese 20-D consiguió rebajar el discurso trinfalista que Sánchez y su equipo tenían preparado y que, en los días sucesivos, ha mantenido la propia presidenta de la Junta y otros barones regionales, como Guillermo Fernández Vara y Javier Fernández.

Pese a ello, Sánchez decidió ayer dejar claro que la política de pactos la decide él, y que no renunciará a intentar formar gobierno si Rajoy fracasa. En opinión de Díaz, el secretario general también intentará acercarse a Ciudadanos para ganarse el favor de Rivera y, a la vez, rebajar las tensiones con los barones regionales. No obstante, “va a tener muy difícil llegar a acuerdos y que las principales federaciones acepten el pacto con Podemos”.

 

Qué dirá Susana Díaz en el Comité Federal

El inicio de las hostilidades por parte de Pedro Sánchez no tendrá una respuesta demasiado contundente por parte de Susana Díaz. La presidenta de la Junta, que no descartaba impulsar la creación de una gestora en Ferraz si el PSOE lograba menos de 80 escaños en las generales, considera ahora que debe ser prudente para evitar una guerra civil en el partido, y acabar ella siendo la perjudicada.

En ese sentido, desde su entorno explican que Díaz acudirá el lunes a Madrid, al Comité Federal, sin intención de dar un “golpe de estado” pero sí con dos mensajes claros: su oposición frontal a pactar con Podemos y al retraso de la celebración del congreso del partido.

La andaluza espera contar con el respaldo de otros barones regionales, que también están en contra de estas dos decisiones de Sánchez. Emiliano Garía-Page, por ejemplo, ya ha manifestado que considera un error “confundir” los calendarios para formar gobierno con los orgánicos del propio partido, en clara referencia a la decisión de posponer a primavera el congreso del PSOE.

Junto al presidente de Castilla-La Mancha, Díaz tendrá de su lado a los ya mencionados Fernández Vara y Javier Fernández. Desde Sevilla advierten que, si hay más oposición que apoyos a las dos decisiones de Sánchez, “será el principio del fin de Pedro”.

El congreso del PSOE, en el horizonte

Las fuentes consultadas por ECD insisten en que Susana Díaz no quemará todas las naves el lunes, ya que existe la opción, aunque muy remota, de que Sánchez forme gobierno, por lo que iniciar un enfrentamiento directo con él puede desgastarla a corto plazo.

No obstante, si el secretario general no logra convencer al resto de dirigentes, y tampoco un pacto con Podemos y otras formaciones para llegar a La Moncloa, “dejará el camino despejado” para que Díaz le dispute el liderazgo del partido.

Esa pugna final podría tener lugar en el congreso del PSOE, al que Susana Díaz no ha renunciado presentarse: “Es su última oportunidad de dar el salto a la política nacional y no la va a desaprovechar. Además, si Sánchez fracasa en sus planes de formar gobierno, el partido la necesitará más que nunca”.

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