Ximo Puig y Javier Lambán temen que Ferraz les presente candidato alternativo

Pedro Sánchez se garantiza el control del PSOE, pero el partido sigue roto

Pactó previamente con Susana Díaz el “sí” a la “plurinacionalidad” de España. Logra la mayoría en un Comité Federal que tendrá que obedecer a la militancia

Pedro Sánchez, junto a Ábalos, Narbona y Lastra en el congreso del PSOE.
Pedro Sánchez, junto a Ábalos, Narbona y Lastra en el congreso del PSOE.

Pedro Sánchez logró ayer todo lo que quiso en el congreso del PSOE. Solo había dos votaciones conflictivas en las comisiones y las ganó. Además, se aseguró tener mayoría de apoyos en el nuevo Comité Federal para evitar un nuevo 1 de octubre. No obstante, el secretario general no consiguió transmitir imagen de unidad ni conquistar a ningún crítico.

Cuando Pedro Sánchez anunció su candidatura a las primarias del PSOE, la gestora del partido pronosticó “el congreso más tenso de la historia”. Por aquel entonces, Javier Fernández y su equipo daban por hecho que Susana Díaz sería la ganadora, pero por un margen muy escaso que provocaría la confrontación de dos bloques en junio.

El escenario, sin embargo, ha sido completamente diferente. La contundente victoria de Pedro Sánchez el pasado 21 de mayo, con más del 50% de los votos, y la consiguiente elección de delegados al congreso en función de esos resultados, han dado al secretario general “vía libre” para hacer un equipo y una propuesta política a su medida.

Pactó las dos medidas más polémicas

Sus críticos no han presentado oposición alguna a sus propuestas, ni tan siquiera una Susana Díaz con la que además, llegó a un pacto de “no agresión”. No obstante, sobre la mesa había dos debates en las ponencias que podían atragantársele al secretario general: el del reconocimiento de la “plurinacionalidad” de España y el de la maternidad subrogada.

En ambos casos, el reelegido líder del PSOE logró un consenso amplio gracias a las gestiones de sus colaboradores más estrechos, José Luis Ábalos y Adriana Lastra, que consiguieron votaciones prácticamente en bloque en las diferentes comisiones para que se impusiera el criterio del secretario general.

--En el debate sobre la reforma constitucional,  el equipo de Sánchez defendió el citado reconocimiento de la “plurinacionalidad”. Una enmienda que hace apenas una semana causaba un rechazo que no se vio, en ningún momento, en el Palacio de Congresos. Las conversaciones en los días previos con delegados susanistas, unida al respaldo del PSC y del PSE fueron suficientes para que la medida prosperara.

--En cuanto a la maternidad subrogada, Sánchez era consciente de que las Juventudes Socialistas y los colectivos LGTB del partido iban a presionar con fuerza para que el partido reconociera esta práctica. No obstante, la mayor parte de los dirigentes, al igual que él, estaban en contra.

Así las cosas, y tal y como confirmó a El Confidencial Digital Idoia Mendia minutos antes de la votación, el secretario general y los barones regionales pactaron votar en contra la propuesta para “echarla abajo”. Sus defensores no lograron ni siquiera el 20% de votos favorables para llevarla a pleno, por lo que Sánchez evitó males mayores.

Tendrá mayoría en el Comité Federal

Una vez cerradas estas y otras votaciones, Sánchez contactó con todos los líderes autonómicos del partido para cerrar los últimos nombramientos de su ejecutiva y conformar un Comité Federal en el que se garantizara una “representación suficiente” de todas las federaciones, pero con mayoría de afines al secretario general.

El hecho de que Andalucía sea, con diferencia, la federación más grande del PSOE proporcionó a Susana Díaz, con la que se reunió pasadas las siete y media, una gran presencia de socios en el Comité Federal. No obstante, en esta ocasión, será imposible repetir lo ocurrido el pasado 1 de octubre, ya que ahora Sánchez cuenta con “más aliados que críticos”.

 

En todo caso, explican las fuentes consultadas, las votaciones del nuevo Comité Federal se pronostican “ajustadas” en virtud del reparto final de representantes, aunque el secretario general tenga más afines que detractores en el mismo. Pese a ello, y para evitar posibles sorpresas, Sánchez ha restado poder al citado organismo en beneficio de la militancia.

Así, el secretario general ha logrado estipular que, a partir de ahora, cualquier postura relevante del partido deba ser consultada previamente a los militantes. El resultado de esas consultas, además, deberá ser respetado posteriormente por el Comité Federal del partido.

En cuanto a la nueva ejecutiva, que se anunciará mañana, desde el equipo de Pedro Sánchez explican que tendrá “unos 40 integrantes”, de los cuales, ya se conoce la identidad de 22, todos ellos próximos al secretario general.

Los nuevos portavoces, el lunes

Lo que parece que no va a desvelar Pedro Sánchez hasta mañana, salvo nuevas filtraciones, serán los nombres de los nuevos portavoces del PSOE en el Congreso y el Senado y los integrantes de la dirección de los grupos parlamentarios.

En ese sentido, la intención del secretario general es anunciar todos esos nombres en la reunión de la nueva ejecutiva que tendrá lugar este lunes en Ferraz.

Al día siguiente, Sánchez juntará a los grupos parlamentarios de Congreso y Senado para proclamar a la nueva dirección de ambos y dar su primer discurso a los diputados y senadores socialistas tras su victoria en las primarias.

Sin rastro de “unidad”

A pesar de garantizarse libertad de acción en su nueva etapa al frente del PSOE, Pedro Sánchez tiene una tarea pendiente que no pudo superar en el congreso: unir a un partido que está absolutamente roto.

El secretario general trató de lograr una “imagen de reconciliación” con todos aquellos que provocaron su salida en el Comité Federal del 1 de octubre, pero no le fue posible. Se reunió, antes de las 9 de la mañana, con Zapatero y Rubalcaba y mantuvo con ellos una conversación en tono jovial. No obstante, ambos torcieron el gesto al llegar al auditorio.

Lo mismo pasó con los barones regionales críticos. Ni Susana Díaz, ni Javier Lambán, ni Ximo Puig mostraron ningún tipo de acercamiento a Sánchez y, de hecho, continuaron marcando distancias.

La presidenta de la Junta, además, compareció ante los medios por la tarde para asegurar que no era posible una “mayoría parlamentaria alternativa” en el Congreso, respondiendo, de esa forma, a las palabras de Sánchez en El Mundo apostando por esa vía. 

Puig y Lambán, por su parte, dan por hecho que Sánchez presentará un candidato alternativo a ellos en los congresos de Aragón y la Comunidad Valecnciana.

Tal es la sensacción de fricción, que uno de los diputados más próximos a Susana Díaz ha reconocido a ECD que “ahora es el tiempo de la paz y algunos tendremos que pasar a segundo plano, pero lo cierto es que la división sigue ahí”.

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