Pedro Solbes ya ha dicho “sí” a la subida de sueldos a los militares, uno de los grandes objetivos de José Bono

Pedro Solbes ya ha dado el visto bueno a la subida de sueldos a los miembros del Ejército, una medida que constituye uno de los principales objetivos de la gestión de José Bono al frente del Ministerio de Defensa.

Bono considera que la situación salarial en las Fuerzas Armadas españolas es insostenible, no solamente en comparación con otros países, sino incluso cuando se mira a las retribuciones normales existentes en España.

Un año ha tardado Bono en alcanzar esa meta, el visto bueno de Solbes, tiempo que ha invertido, primero, en estudiar con todo detalle el problema y en buscar soluciones, pero también para convencer, primero, al presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y después –ya mucho más fácil- al vicepresidente segundo y ministro de Economía.

En más de una ocasión, en cuantas declaraciones públicas ha podido, Bono ha explicado la enorme insuficiencia, y hasta injusticia, de los sueldos que se pagan en las Fuerzas Armadas. Aludiendo a los soldados profesionales, comenta que se les paga lo que a una persona que acaba de colocarse en El Corte Inglés, con el problema de que, cuando el militar profesional termina el tiempo de servicio en filas, se marcha directamente a la calle, sin ninguna garantía de encontrar nuevo empleo. También este aspecto ha sido abordado por el titular de Defensa, que ha puesto en marcha la solución.

En un programa de radio, Bono dio “permiso” al comandante del portaaeronaves “Príncipe de Asturias”, la unidad más poderosa de la Armada española, para que dijera por los micrófonos cuál es su sueldo: cobra 3.000 euros al mes (prácticamente lo que un cabo de la policía municipal de Barcelona), y tiene a su mando un buque que cuesta 100.000 millones de pesetas, con 25 aeronaves que valen aún más que esa cantidad, y cientos de personas a su mando.

En alguna ocasión, el ministro de Defensa ha contado que, hace poco, preguntó a un brigada del Ejército, con veintitantos años de servicio, cuánto ganaba: 1.500 euros, le respondió. Pero no es eso lo peor: mi hijo, que es “mosso d’esquadra” en Cataluña, gana más que yo.