Pérez Rubalcaba y Mesquida, desbordados de trabajo, obligados a reducir sus vacaciones a una semana entre incendios y cayucos

Los planes estivales de los máximos responsables de Interior y de la Benemérita se han visto truncados frente a lo previsto inicialmente. Este verano de 2006 ha supuesto para ambos un esfuerzo añadido en su trabajo.   El ministro de Interior ha tenido que mediar con las autoridades senegalesas para que dos patrulleras y un helicóptero de la Guardia Civil trabajen para evitar la salida de las embarcaciones cargadas de “sin papeles”. El acuerdo con el Gobierno de Dakar tuvo como objetivo desarrollar un dispositivo conjunto de control de las fronteras marítimas del país africano.   La visita de Rubalcaba a Senegal tuvo lugar durante la semana posterior a la llegada de cerca de 1.400 inmigrantes a bordo de cayucos entre los días 18 y 20 de agosto. Las quejas del Gobierno español dirigidos a la UE por la tardanza en recibir algún tipo de ayuda que frenara la crisis migratoria también ha tenido en jaque al responsable de Interior.   Pero la agenda del director general de la Guardia Civil tampoco se ha librado de los contratiempos. El pasado 24 de agosto, Mesquida viajó a Senegal para ratificar el acuerdo alcanzado por el ministro de Interior con las autoridades senegalesas.   También, el asunto de los cayucos ha interesado de manera especial a la prensa extranjera, sobre todo la europea, lo que ha generado una atención informativa que ha desbordado las previsiones estivales de Rubalcaba y Mesquida para atender a los medios de comunicación durante este verano.   Además de la crisis migratoria, los incendios de Galicia han mantenido atareados a Rubalcaba y Mesquida en el frente de las investigaciones realizadas, que se saldaron con 20 detenidos, 18 de los cuales fueron obra de la Guardia Civil. Cerca de 1.800 efectivos de la Benemérita participaron en la extinción de los incendios.