Los tensos momentos del encuentro Rajoy-Artur Mas en Cataluña: recriminaciones, acusaciones de victimismo y el desplante del alcalde de Girona

La inauguración del nuevo tramo de AVE en Cataluña no fue tan pacífica como se ha contado públicamente. El reencuentro entre Mariano Rajoy y Artur Mas, tres meses después de su última reunión en La Moncloa, tuvo momentos de tensión entre ambos dirigentes, que intercambiaron reproches lejos de las cámaras.

Según explican a El Confidencial Digital dirigentes del PP y CiU que acompañaron a Rajoy y a Mas durante todo el día de ayer, el encuentro entre ambos presidentes fue menos amable de lo que ha trascendido, sobre todo después de las intervenciones que ambos, además del príncipe, ofrecieron a los medios.

En concreto, las fuentes consultadas aseguran que si bien la mañana empezó bien, con conversaciones relajadas sobre fútbol y demás temas generales, el desarrollo de la jornada fue tensando más la relación entre Rajoy y Mas, que acabaron intercambiándose recriminaciones y reproches.

Recriminaciones de ‘victimismo’

Las quejas de Artur Mas, durante su discurso en la inauguración de la línea del AVE que une Barcelona y Figueres, sobre que “Cataluña es la comunidad que menor inversión pública recibe” no gustaron al presidente del Gobierno –a quien se le vio, en todo momento, con rostro serio-, ni a la ministra de Fomento, Ana Pastor.

Rajoy y Pastor no dudaron en recriminárselo en privado, tras los discursos oficiales, según las fuentes presenciales conocedoras de las conversaciones. Le vinieron a decir que no era de recibo faltar a la verdad para defender su proyecto independentista.

Incluso, hubo intercambio de datos reales de inversión pública en Cataluña entre ellos, que no parecieron convencer del todo al presidente de la Generalitat.

Indignación con el alcalde de Girona

Además del discurso de Artur Mas, a Mariano Rajoy y su equipo le indignaron la actitud que mantuvo el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, de CiU, antes, durante y después de la inauguración de la vía del AVE.

El primer edil, uno de los impulsores de los llamados ‘Municipios por la Independencia de Cataluña’, llegó tarde al acto de inauguración, para expresar sus “reservas” ante el proyecto de Alta Velocidad en Cataluña.

 

Antes de la inauguración, Puigdemont escribió una carta abierta al Gobierno central en la que priorizaba para la región las líneas inter-territoriales que el AVE, concluyendo que “no crean que nos gusta este tren”.

Esa actitud fue considerada por el equipo de Rajoy como “provocadora e infame”, y así se comentó en los corrillos que se formaron después de la intervención del presidente, del príncipe, y de Artur Mas.

Rajoy y Mas evitaron quedarse a solas

Mariano Rajoy y Artur Mas eran conscientes de que tenían temas pendientes que abordar, pero ninguno de los dos dio el paso para mantener una conversación reservada y sin ningún otro interlocutor presente.

Las fuentes consultadas por ECD explican que “no hubo ningún aparte entre ellos, siempre hablaron delante de más gente”. Incluso cuando Rajoy increpó a Mas por su discurso, lo hizo delante de la ministra de Fomento, Ana Pastor.

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