Soraya maniobra para quitar competencias al súper-ministro De Guindos
Propone que Administraciones Públicas deje de depender de Hacienda y pase a vicepresidencia porque quien negocia con las comunidades es Moncloa
Mariano Rajoy ya se ha puesto en marcha para intentar formar Gobierno y, aunque aún no hay fecha para la investidura y no se tiene todavía ningún apoyo asegurado, en Moncloa ya han empezado los movimientos de cara a la composición del próximo Consejo de Ministros. Y la inminente creación de un súper-Ministerio económico para De Guindos ha hecho reaccionar a Soraya Sáenz de Santamaría.
Hace ya un mes, El Confidencial Digital avanzó que Rajoy estaba ya diseñando su futuro gobierno, con el objetivo de nombrar a sus ministros nada más haber sido investido presidente. Y, en esa reestructuración de su ejecutivo, apostaba por crear un súper-ministerio económico para Luis de Guindos, que absorbería las competencias de Hacienda en la nueva legislatura.
Esta decisión del presidente en funciones venía provocada por varios factores. El primero de ellos era que el actual titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, había manifestado su voluntad de no continuar en el Ejecutivo. Y el segundo, que la situación con respecto a 2012, con un déficit y una prima de riesgo disparadas, había cambiado en los últimos años.
No obstante, esas dos premisas han cambiado en las últimas semanas: Montoro ahora ha manifestado que quiere quedarse y Bruselas vuelve a exigir un fuerte ajuste de las cuentas a cambio de haber perdonado la multa por el incumplimiento de los objetivos de déficit. Dos circunstancias que han traído consigo movimientos por parte de Soraya Sáenz de Santamaría.
Quiere quitar competencias a De Guindos
La vicepresidenta, explican altos cargos del Gobierno bien situados en Moncloa, está maniobrando, durante los últimos días, para quitar competencias a Luis de Guindos dentro de ese nuevo súper-ministerio de Economía.
En primer lugar, está insistiendo, ante Rajoy, en la necesidad de mantener a Cristóbal Montoro en el Gobierno. Considera que Hacienda seguirá siendo fundamental en la nueva legislatura y que, por tanto, el ministerio debe seguir existiendo.
No obstante, considera que si Hacienda pasa a una secretaría de Estado de Economía, ésta debería tener menos funciones y no debería llevarla Montoro, ya que ese movimiento supondría degradar injustamente a uno de los ministros más leales a Rajoy.
Así, la propuesta de Sáenz de Santamaría es que si Hacienda pasa a depender de Economía, debe perder las competencias relacionadas con las Administraciones Públicas. Una responsabilidad que pasaría a ostentar ella misma.
Moncloa dirigirá las negociaciones con las CCAA
Las fuentes consultadas por ECD explican que la número dos del Ejecutivo está recordando que la función principal del responsable de Administraciones Públicas es negociar con las consejerías de Economía de las comunidades autónomas el techo de gasto para el próximo ejercicio. Una conversación que aún está pendiente y que va a causar importantes batallas políticas.
La propia Sáenz de Santamaría ha sido la elegida por Rajoy para negociar con la Generalitat de Cataluña la gestión de la deuda del ejecutivo autonómico. Y, con este antecedente, considera que las conversaciones de este tipo con todas las regiones deben llevarse a cabo, a partir de ahora, desde La Moncloa.
Una opinión que comparten importantes cargos del Gobierno a nivel interno, y que está haciendo dudar a Rajoy. El presidente, aseguran las fuentes consultadas, parece mantener su apuesta por el súper-ministerio de Economía, aunque se ha mostrad abierto a introducir en ese organismo importantes cambios.
Busca blindar a los ‘sorayos’ en la nueva ejecutiva
La defensa de Sáenz de Santamaría a Montoro frente a Rajoy no es la única que está llevando a cabo la vicepresidenta: también está defendiendo la continuidad de otros representantes económicos del Gobierno, afines a ella.
Así, la número dos del Ejecutivo está tratando de convencer al presidente de que no puede prescindir ahora de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y del jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, además de Cristóbal Montoro.
