Zapatero acudirá al Parlamento Europeo pese a los intensos movimientos de la embajada española en Bruselas para evitar un debate

El ex presidente del Parlamento Europeo y actual presidente de la Comisión de Desarrollo, Josep Borrell, instauró la costumbre, tras el referéndum francés, de celebrar debates sobre el futuro de Europa para que los Jefes de Estado acudieran regularmente a la cámara en su sede de Bruselas y explicaran su posición al respecto.

Por ese foro político han pasado la canciller alemana, Angela Merkel,y el propio Romano Prodi, actual presidente italiano. Sin embargo, hasta ahora, el presidente español había declinado las invitaciones. Según ha sabido El Confidencial Digital, a Zapatero se le cursó una invitación formal a través del canal reglamentario hace más de un año. Nunca respondió.

Hace dos meses, Hans-Gert Potterin, elegido en enero de 2007 nuevo presidente en sustitución de Borrell, reiteró aquel llamamiento apremiado por el líder del grupo parlamentario socialista, Martin Schulz, que le instó a elegir ahora a un líder socialista y no de centro derecha como pretendía en un primer momento: Potterin pertenece al Partido Popular Europeo.

La contestación del presidente Zapatero llegó a la sede europea hace diez días por carta, aunque el Secretario de Estado de comunicación, Fernando Moraleda, en una rueda de prensa en la Cumbre de Europa en Bruselas, celebrada hace unos meses, confirmó a los periodistas la asistencia del presidente del Gobierno.

La cita se acordó para el pleno que se celebrará el próximo 28 de noviembre. Según explican a El Confidencial Digital fuentes del Parlamento europeo, desde entonces la embajada española en la ciudad europea ha puesto todo su empeño en evitar que Zapatero se sometiera a un debate con los diferentes grupos parlamentarios.

Hay que tener en cuenta, aseguran las mismas fuentes, que Zapatero aún no ha tenido un cara a cara con sus socios europeos, que podrían pedirle cuentas sobre temas como la regularización de inmigrantes, en la que decidió ir por libre sin pactar una política común. De hecho, el propio líder de los socialistas europeos, Martín Schulz, firmó este jueves un acta en la que dejaba constancia de su malestar por las presiones recibidas por los diferentes grupos políticos.

Sin embargo, dichos movimientos no han servido de nada. Ayer mismo, los grupos fijaron el diario de intervenciones. Mientras el equipo de Zapatero pedía que el discurso del presidente fuera a las tres de la tarde, porque en su agenda se había cerrado un cóctel con los funcionarios españoles de la embajada, los grupos políticos han decidido dejar señalada la cita para las cinco de la tarde. “Tendrá que retrasar el cóctel o trasladarlo a otro día”, aseguran las citadas fuentes.

Por cierto, que por mera coincidencia, al día siguiente, jueves 29, tendrá lugar en esa misma sede un debate a petición del Grupo Popular y los Verdes con un tema único: las relaciones con Venezuela.