Zapatero media para evitar su primera gran huelga: De la Vega fuerza a Pedro Solbes a llegar un acuerdo con los transportistas

Y Moncloa se puso en movimiento. Existe malestar en el Ejecutivo porque debía haberse actuado antes pero, finalmente, la vicepresidenta primera le ha hecho llegar este lunes un mensaje claro al ministro Solbes: hay que lograr ya un entendimiento. La Cumbre de Iberoamérica parece haber provocado ciertos “daños colaterales” al Gobierno: el ministro de Economía ha tenido todo el fin de semana para negociar sin pautas políticas con la Confederación Española del Transporte de Mercancía la huelga indefinida del sector. Los principales puntos de discusión son de política fiscal: supresión del céntimo sanitario y ventajas en la tributación fiscal del gasóleo ante el alza de precios. Y ahí, Pedro Solbes se ha mostrado inflexible: no ha querido oír hablar siquiera de un acuerdo de mínimos. Negociando con libertad, el equipo de Economía ha sido particularmente duro al tratar de las ayudas para los carburantes: “supondría, en último término, una subvención para las petroleras”, algo que —todo hay que decirlo- se ha rechazado siempre desde este departamento. Rodrigo Rato, sin ir más lejos, ya se opuso años atrás a bajar los impuestos por la subida del petróleo. Sin embargo, este lunes las tornas cambiaron. El propio José Luis Rodriguez Zapatero ha entrado en liza y, a través de su “mano derecha”, María Teresa Fernández de la Vega, le ha hecho llegar a Pedro Solbes una consigna clara: hay que lograr ya un entendimiento. Desde Moncloa se ha querido evitar por todos los medios una huelga larga: “la primera gran manifestación de trabajadores del Gobierno Zapatero”. En el Ministerio se habla de “presiones fortísimas” llegadas desde Moncloa y se confirma, sin rubores, la capitulación. Se trata de un acuerdo más entre las partes enfrentadas que se logra alcanzar tras la intervención del Ejecutivo, como ya sucediera con la financiación autonómica o la sanidad. Al final, explican desde Economía, Solbes siempre se aviene a lo que le pide su Presidente. Pero cuando este interviene; antes, no.