Zapatero eludió cualquier riesgo de abucheos diseñando una visita a Galicia sin ningún contacto con la gente

Los gallegos no tuvieron oportunidad de ver al presidente del Gobierno ni de expresarle su opinión sobre los incendios. La Moncloa diseñó una visita a Galicia sin ningún contacto con la gente.

La estancia de Rodríguez Zapatero en la comunidad gallega con motivo de los incendios ha eludido, de intento, cualquier riesgo de que el presidente sufriera algún tipo de protesta por parte de los ciudadanos. El sistema: no tener el menor contacto con la calle.   En las apenas veinticuatro horas que ha pasado en tierras gallegas, acudió al centro de coordinación, se reunió con el Ejecutivo regional, se fotografió con Emilio Pérez Touriño en una zona quemada por el fuego, saludó a unas cuadrillas que trabajan en labores de extinción y dio una rueda de prensa, todo ello sin pisar la calle ni visitar pueblos afectados.   El único abucheó que recibió se produjo, desde lejos, en la tarde del miércoles, cuando llegaba en coche al Palacio de Raxoi, en la compostelana Plaza del Obradoiro. Fue la única oportunidad para la gente.

 

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