Los entresijos del acuerdo Zapatero-Mas: un grupo de empresarios catalanes presionó al líder de CiU a petición de La Moncloa

A petición de La Moncloa, un grupo de empresarios catalanes fueron, con sus presiones, pieza clave en la decisión final de Artur Mas de pactar con Rodríguez Zapatero el acuerdo sobre el Estatut.

Según fuentes del Tripartito catalán consultadas por El Confidencial Digital, ante el bloqueo en que se encontraba la negociación del Estatut, La Moncloa tomó la iniciativa, dispuesta a que la reforma saliera adelante. Para ello, se puso en contacto con destacados empresarios catalanes y les pidió que presionaran a Mas, con el fin de que CiU rebajara sus exigencias y cerrara un pacto con el Gobierno. El grupo de empresarios contactados desde Presidencia es precisamente el mismo que, el 5 de febrero, en Barcelona, asistió al almuerzo con Rodríguez Zapatero, en casa del presidente de La Caixa, Ricard Fornesa. De hecho, algunos analistas interpretan la celebración de esa comida como una muestra de agradecimiento por parte del presidente del Gobierno. Según las fuentes consultadas por ECD , la petición a los empresarios catalanes la planteó La Moncloa como “un favor”, después del “apoyo” del Ejecutivo a la OPA de Gas Natural sobre Endesa. De paso, empresarios catalanes y Gobierno neutralizaban a un compañero molesto para ambos: ERC. Tras la gestión desde Madrid, una semana antes de la reunión entre Zapatero y Mas, un grupo de destacados empresarios catalanes mantuvieron un encuentro con el líder de CiU, en el que recomendaron al sucesor de Jordi Pujol que aceptara la oferta sobre financiación del Gobierno —50% del IRPF-, principal obstáculo a un acuerdo final entre el PSOE y los grupos catalanes. Dado el perfil de los reunidos, su peso personal y económico, y el tipo de argumentos aportados, Artur Mas acabó persuadido y obró después en consecuencia. La lucha por la foto Otro capítulo significativo, antesala del pacto final, tuvo lugar el 19 de enero, jueves, dos días antes de la reunión de seis horas en La Moncloa y del pacto entre Zapatero y Mas. Ese día, Alfredo Pérez Rubalcaba y Duran i Lleida llegaban a un preacuerdo sobre financiación que a punto estuvo de significar para Mas el verse sustituido por su compañero de coalición en la foto. Tras la reunión con Rubalcaba, el líder de Unió hizo un amago de convocatoria de rueda de prensa, en la que pensaba anunciar ante los medios el preacuerdo alcanzado. Artur Mas, informado a tiempo sobre las intenciones de Duran, consiguió abortar desde Barcelona la rueda de prensa que a punto estuvo de celebrarse en Madrid. Tras este episodio, Duran se marchó a Baqueira Beret a esquiar, sin ser consciente de lo que iba a ocurrir ese fin de semana: sin apenas modificaciones, lo que se puso sobre el papel el jueves se “vendió” el sábado como un logro de Zapatero y Mas. Efectivamente, el sábado 21 de enero, los socialistas diseñaron dos escenarios distintos y casi de manera simultánea. Mientras que Zapatero y Mas “fumaban” en La Moncloa, Sánchez Llibre —mano derecha de Duran y al que nada dijeron-, ajeno a lo que ocurría en la residencia del presidente del Gobierno, se reunía también con Rubalcaba y Francisco Caamaño para, supuestamente, atar los últimos flecos de lo acordado el jueves. Aquella tarde, Duran, desde la nieve, intentó ponerse en contacto telefónico con Mas, pero éste no respondió a las llamadas de su compañero (luego se contaría que había desconectado el terminal). Vista la situación, Duran telefoneó a Sánchez Llibre al que le comentó: “Este cabrón está en La Moncloa”. El domingo, 22 de enero, y cuando ya los periódicos publicaban con detalle lo relativo al pacto acordado entre Zapatero y Mas, Joan Puigcercós y Carod Rovira tomaban el Puente Aéreo para acudir a almorzar a La Moncloa, en el mismo escenario en el que la jornada anterior el jefe del Ejecutivo y el líder convergente habían mantenido su histórico encuentro. Los líderes de ERC se quedaron asombrados al comprobar que en la reunión no se presentó ningún papel sobre lo acordado con el líder de CiU: Mas había anunciado, de hecho, un acuerdo sin ningún tipo de garantía por escrito. El martes, 24 de enero, los líderes de ERC se reunían con el socialista Diego López Garrido. Durante este encuentro, por primera vez se presentó un documento que recogía el pacto PSOE-CiU: “Aquí tenéis el primer ejemplar”, se le oyó decir a López Garrido, mientras entregaba los papeles. El documento se había redactado el lunes. Según ha podido saber El Confidencial Digital, la opinión de muchos políticos catalanes es que lo que “pactaron” en La Moncloa Zapatero y Mas era lo mismo que ya habían acordado dos días antes Duran y Rubalcaba.

 

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