Acompañado del embajador y cinco periodistas

Una excursión del ministro de Exteriores a Machu Picchu obligó a alterar el plan de su viaje a México

El Airbus oficial despegó de Cuzco sin él por el viento y tuvo que hacer escala en Lima para recogerle. Dastis llegó un día después a la capital azteca y se suspendió un encuentro con periodistas

El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, con su homólogo mexicano, Luis Videgaray.
El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, con su homólogo mexicano, Luis Videgaray.

El pasado 13 de marzo, Alfonso Dastis inició en Lima un viaje de Estado por Perú y México en el que, entre otras cosas, pudo reunirse con su homólogo peruano, Ricardo Luna, y con el presidente mejicano Peña Nieto. Un día antes de verse con él, y estando aún en Cuzco, el ministro decidió hacer una excursión a Machu Picchu que, unida a las malas condiciones climatológicas, obligó a cambiar el plan del viaje.

Alfonso Dastis, su equipo de comunicación y los 19 periodistas que les acompañaron, viajando en el Airbus oficial de la Fuerza Aérea Española, realizaron la primera escala en Lima, donde el ministro pudo hacer un repaso a los principales asuntos de interés común entre España y Perú con el titular de Exteriores del país, el ya citado Ricardo Luna.

El martes viajaron a Cuzco, donde conocieron algunos de los proyectos de la cooperación española en la zona, con una visita a la localidad de Picotayoc. El miércoles había día libre, antes de viajar a México para entrevistarse con Peña Nieto. Fue precisamente en esa jornada cuando los planes previstos por el Ministerio tuvieron que ser modificados, debido al clima y a una visita privada de Dastis.

Excursión a Machu Picchu...

Ese día, tal y como ha podido confirmar El Confidencial Digital de personas que participaban en el viaje, Alfonso Dastis emprendió un trayecto de casi 11 horas (sumando ida y vuelta), primero por carretera y después en tren, para conocer uno de los principales atractivos de Perú: el santuario de Machu Picchu.

Junto al ministro viajaron su esposa, María Luisa Alonso; el embajador de España en Perú, Ernesto Zulueta, también acompañado por su esposa; el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet; y dos miembros del equipo de comunicación del Ministerio: la Dircom, Ana María Rodríguez, y Miguel Sánchez.

Además de estos cargos, también visitaron Machu Picchu cinco periodistas, de los 19 que acompañaban al ministro en su viaje oficial por Latinoamérica: Carlos Pérez (EFE), Rafa Panadero (SER), Nicolás Caballero (RNE), Miguel González (El País) y Roberto Tristán (Antena 3).

Cada uno pagaron de su bolsillo más de 400 euros por realizar la visita. Salieron a las 6 de la mañana y la idea era regresar a las cinco de la tarde, ya que el Airbus de la Fuerza Aérea Española que iba a desplazar a toda la delegación despegaba del aeropuerto de Cuzco solo media hora más tarde, a las 17,30.

… y despegue del Airbus sin el ministro

El horario, explican las fuentes consultadas, se había ajustado al milímetro porque, ya una semana antes del viaje, Exteriores había sido informado de que, por las condiciones climatológicas de la zona, y las características de la propia terminal de Cuzco, no era recomendable iniciar el viaje más tarde de las 17,30, ya que el tamaño del Airbus y el viento podían dificultar el despegue.

El plan de vuelo, por tanto, era salir a esa hora con dirección a la capital mejicana, hacer escala en Guayaquil para repostar, y llegar esa misma noche a Ciudad de México para pernoctar allí.

No obstante, sobre las 10 de la mañana de ese miércoles, y cuando el ministro y sus acompañantes llevaban ya unas 4 horas de excursión rumbo a Machu Picchu, los pilotos del 45 Grupo del Ejército del Aire encargados del Airbus oficial avisaron al ministerio de que había “mucho viento de cola” y, por tanto, el avión debía despegar, como máximo, a las 4 de la tarde.

 

No obstante, Dastis decidió continuar la visita y dio la orden de que el Airbus despegara sin él, pero sí con el resto de la delegación de Exteriores que permanecía en Cuzco, y que se desplazara a Lima, a donde se incorporaría él horas después, para viajar todos juntos a Ciudad de México a primera hora del jueves, el día de su reunión con Peña Nieto.

Vuelo comercial y plante a los periodistas

Por ese motivo, terminada la visita a Machu Picchu y tras regresar a Cuzco, el ministro y todos los que le acompañaban tuvieron que coger un vuelo comercial a Lima. Cada pasaje, explican las fuentes consultadas, costó unos 200 euros.

Tras pasar la noche en Lima, a primera hora de la mañana Dastis y toda la delegación subieron al Airbus, que les llevó a la capital mexicana.

Pese al cambio sobre la hora de llegada prevista, el programa oficial de Exteriores para la visita a México no sufrió alteración. No obstante, lo apretado de la agenda obligó a cancelar un encuentro previsto de Dastis con los periodistas, previo a su reunión con Peña Nieto. Un detalle que no gustó a los informadores.

Exteriores: “El vuelo se lo pagó de su bolsillo”

Para ampliar esta información, ECD se ha puesto en contacto con Exteriores. Ana María Rodríguez, directora de comunicación, ha insistido en que “la agenda oficial del ministro” no sufrió ningún cambio por la visita a Machu Picchu, y que pudo reunirse con Peña Nieto a la hora fijada.

Antes de esa reunión, añade Rodríguez, había programada otra “visita privada” de Dastis, esta vez a una catedral, que sí tuvo que ser cancelada.

La directora de comunicación remarca que “lo único que se modificó es la hora de llegada a México”, y que “todo se debió a una cuestión climatológica”.

Por último, y a preguntas de este confidencial, asegura que tanto el ministro, como el resto de visitantes a Machu Picchu “pagaron de su bolsillo” el vuelo comercial que les condujo desde Cuzco a Lima, para hacer noche ahí con el resto de la delegación antes de volar a México a la mañana siguiente.


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