Las impactantes fotos de los destrozos que causa en un BMR español la explosión de una mina en Afganistán
El reportaje elaborado por la revista “Ejércitos” recoge el informe oficial enviado al Ministerio de Defensa tras el atentado que sufrieron las tropas españolas en Afganistán el 7 de octubre de 2009. Las fotos realizadas sobre el terreno por los militares dejan al descubierto ‘las tripas’ de los blindados tras una explosión.
Comienza el relato del reportaje “Lo que oculta el Ministerio de Defensa” haciendo referencia al soldado español John Felipe Romero fallecido en un ataque en Afganistán a comienzos del mes de febrero. Iba en una columna de blindados que resultó atacada por la insurgencia talibán.
El extenso reportaje incluye, tal y como ha comprobado Confidencial Digital, trazos del informe que fue enviado al Ministerio de Defensa tras el ataque sufrido por un convoy español que regresaba a Camp Arena, a unos 12 kilómetros de la base, el 7 de octubre del año pasado. Se trataba de la Task Force “Fuerteventura”.
El relato que hace en primera persona el oficial que iba al mando del BMR destrozado por la explosión de una mina es muy esclarecedor. Cuenta cómo transcurrieron esos primeros minutos en los que el cabo tirador Cristo Ancor Cabello falleció víctima de la explosión:
--“llevaba puesto casco, auriculares y chaleco antifragmentos. Escuché una explosión. Sentí un golpe por la derecha y que el vehículo era zarandeado”
-- “Creí que nos habían disparado con un lanzagranadas RPG, pero no ví ninguna llamarada, pero sí mucho humo y aceite dándome en la cara”
--“Grité a mis hombres: ¡Salir, salir!”
El relato del conductor del BMR que pisó la mina confirma los términos en los que se produjo la explosión:
--“No ví ningún fuego, pero noté, de repente mucho calor en la cara, y no podía ver nada”
--“Tardé casi tres minutos en abrir la escotilla y poder salir del vehículo”
En cuanto al artefacto empleado por los terroristas se facilitan también varios detalles, desde su composición -a base de nitrato amónico con un multiplicador a base de un explosivo rompedor convencional- hasta su peso -15kg. más unos 250gr. del explosivo iniciador-.
Las carencias en seguridad de las tropas españolas merecen también la atención en este reportaje. Se pone en entredicho la planificación de las salidas de los convoyes argumentando que las idas y las vueltas deberían hacerse por caminos distintos y se pregunta por las razones que llevaron a los responsables de la misión a no utilizar UAV –sistemas aéreos no tripulados- con los que cuenta el ejército español.
Hasta tal punto es importante tener esto en cuenta que se asegura en el texto que la mina “estaba colocada en el terreno, de forma que afectara al posible vehículo justo en su panza, en su parte menos protegida”. De hecho el sistema de iniciación estaba colocado en la primera rodada que había marcado el blindado en la tierra en su viaje de ida.
La ocultación del artefacto también resultó sencilla por las características del terreno “arenoso, con mucho canto y piedra suelto”. Y el BMR está preparado para ‘aguantar’ explosiones de 3kg., con cargas superiores –como fue este caso- el vehículo queda destrozado y la tripulación del mismo seriamente dañada.
Entre las demandas que se proponen en el reportaje hay una dirigida a la instrucción de los soldados en España, a sus fases de concentración y a la realización de simulacros con el objeto de “entrenar a las unidades en los procedimientos de reacción, de seguridad, de rescate y de extracción de tripulantes de vehículos dañados”.
ECD ya informó en su edición de ayer –véalo- cómo el Ejército ha intensificado recientemente los cursos de adiestramiento al personal militar que tiene que desplegarse en Afganistán.
Puede acceder al reportaje íntegro pinchando aquí, en el que se muestran imágenes como estas:
