A dos semanas de la Diada

Los independentistas aprovechan la manifestación contra los atentados de Cataluña para mostrar músculo

Pese al llamamiento de Ada Colau a realizar una marcha “sin banderas”, hubo numerosas esteladas. El rey, Rajoy y los ministros sufrieron una gran pitada al llegar a la segunda cabecera

Cabecera de autoridades en la manifestación contra el terrorismo en Barcelona.
Cabecera de autoridades en la manifestación contra el terrorismo en Barcelona.

El proceso independentistas condicionó por completo la manifestación celebrada en Barcelona para condenar los atentados cometidos por terroristas yihadistas en la Ciudad Condal y en Cambrils. Los llamamientos a no politizar la marcha no surtieron efecto y los partidarios de la secesión de Cataluña se reivindicaron.

El acto de repulsa en Barcelona reunió a medio millón de personas, según cálculos de la Guardia Urbana, y si terminó con un clamor en la plaza de Cataluña, “¡no tinc por!” (“¡no tengo miedo!” en catalán), otros detalles de la marcha fueron más políticos y estuvieron menos relacionado con la repulsa al asesinato de 15 personas en Barcelona y Cambrils.

Tras una semana de polémica por los roces entre Fuerzas de Seguridad y el empeño del gobierno de Puigdemont de marcar perfil propio y “de Estado”, los independentistas aprovecharon para mostrar músculo, y más en un acto que se preveía que sería muy seguido fuera de España.

La alcaldesa Ada Colau pidió que esta manifestación fuera “sin banderas”, para evitar polémicas políticas y centrarse en el rechazo a los atentados y la solidaridad con las víctimas. No fue así. Por un lado, organizaciones como la Assemblea Nacional Catalana animar a ir con banderas, y miles de personas secundaron su llamamiento.

Las esteladas independentistas (no así las senyeras catalanas) fueron las más numerosas, frente a pocas banderas de España. Eso permitió que algunas imágenes dieran la impresión de que se trataba de una manifestación de la Diada independentista como la que celebrarán dentro de dos semanas, el 11 de septiembre en Barcelona.

Además, colectivos de izquierda e independentistas también quisieron abundar en su táctica de señalar al rey Felipe VI y al Gobierno de España como culpables indirectos de los ataques, por vender armas a Arabia Saudí, régimen que según ellos financia y arma a los terroristas del Daesh. Repartieron miles de pancartas contra don Felipe y contra Mariano Rajoy, que fueron pitados y abucheados en su llegada a la cabecera.

 

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