Tras el desenlace de Vistalegre II

La próxima guerra dentro de Podemos se librará en Andalucía

Íñigo Errejón ha encargado a Sergio Pascual y Alberto Montero que disputen el liderazgo autonómico a la anticapitalista Teresa Rodríguez

Teresa Rodríguez e Íñigo Errejón.
Teresa Rodríguez e Íñigo Errejón.

Íñigo Errejón salió derrotado de Vistalegre II pero no vencido. La victoria de Pablo Iglesias no le ha cortado las alas al joven político, y aún se ve con fuerzas y con opciones de reconquistar Podemos a corto plazo. La primera batalla para lograr ese objetivo es Andalucía, donde el liderazgo de Teresa Rodríguez se encuentra más cuestionado que nunca.

Según cuentan a El Confidencial Digital cargos de Podemos próximos a Íñigo Errejón, el plan diseñado por el diputado es previo a la Asamblea Ciudadana celebrada este fin de semana. O sea, que la hoja de ruta marcada no es una reacción a lo ocurrido en Madrid, sino que forma parte de una estrategia “a medio plazo”.

De hecho, los principales baluartes que tiene Errejón en Andalucía, Sergio Pascual y Alberto Montero, se quedaron fuera de la candidatura “Recuperar la Ilusión”, pese a ser dos apoyos fundamentales, precisamente para que se centren “desde ya” en la ofensiva contra la anticapitalista Teresa Rodríguez.

Un golpe a Iglesias y Echenique

El derrocamiento de Rodríguez en Andalucía se ha vuelto prioritario, y más aún después de Vistalegre II, porque su caída supondría, entre otras cosas, un golpe duro que afectaría a los dos principales rivales de Errejón a nivel nacional: Pablo Iglesias y Pablo Echenique.

El secretario general, recuerdan los errejonistas, situó a la andaluza como su número dos en la lista por las europeas y, después de unos meses de tensión, selló con ella, y el propio Echenique, una alianza que se ha mantenido hasta ahora. Tanto, que a nivel interno se considera que Rodríguez ha sido “la mejor herramienta” de Iglesias para “frenar” el avance de los afines a Errejón en Andalucía.

Echenique, por su parte, tiene en Rodríguez su principal apoyo dentro de Izquierda Anticapitalista. Ella, a diferencia de Miguel Urbán, no puso impedimentos a la hora de buscar acuerdos previos a Vistalegre II con Iglesias. Urbán, sin embargo, se negó a un “pacto de élites” de cara a la Asamblea Ciudadana, algo que, incluso, llevó a Errejón tender puentes con miembros de esta corriente.

El partido está en caída libre en Andalucía

Teresa Rodríguez no va a poner las cosas fáciles a los errejonistas. Consciente desde hace tiempo de la contestación interna que tiene en Podemos Andalucía, montó el año pasado una Asamblea Ciudadana regional exprés que pilló con el pie cambiado a sus oponentes. No obstante, esa maniobra ha sido considerada una “huida hacia adelante”, que tiene fecha de caducidad.

En concreto, explican las fuentes consultadas por ECD, el liderazgo de la anticapitalista acabará cuando se convoquen elecciones a la Junta de Andalucía, se celebren estas cuando corresponden -dentro de dos años- o se convoquen antes, puesto que no se descarta en absoluto un adelanto electoral en unos meses, si Susana Díaz da, como parece, el salto a Madrid.

Sea cuando sean los comicios, pillará en una situación delicada a Podemos Andalucía, que se encuentra en caída libre” en la región. La última encuesta, publicada la semana pasada, sitúa a la formación morada en un 13,7 % de los votos, más de un punto por debajo que hace dos años; y a Rodríguez como la tercera líder regional peor valorada.

Unos datos “demoledores” para un partido, cuya infraestructura en Andalucía es superior a la existente en otras comunidades autónomas, y para una dirigente que lleva “desde el minuto 1” asumiendo responsabilidades orgánicas en Podemos.

 

Pascual, el mejor situado para candidato a la Junta

El momento del asalto al poder en Podemos Andalucía se producirá con la convocatoria de primarias para elegir su candidato a la Junta. Será entonces cuando los errejonistas presenten una lista alternativa a la de Teresa Rodríguez.

Aunque en la federación hay dos pesos pesados del sector, como son los ya citados Alberto Montero y Sergio Pascual, Errejón se decantaría por este último para pelear contra la actual lideresa.

Esa elección, explican las fuentes consultadas, se sustenta en que Pascual tiene mayor capacidad de movilización, al haber sido secretario de Organización, y porque Montero ya está al frente del partido en Málaga, cuya ejecutiva se muestra como una de las principales opositoras a Teresa Rodríguez.

La sucesión de Pablo Iglesias

Todos estos movimientos de Íñigo Errejón, para convertir Andalucía en una federación afín, tienen como fondo una meta oculta: estar situado en la mejor posición posible para suceder a Pablo Iglesias en un futuro no muy lejano.

En ese sentido, las fuentes consultadas explican que Errejón no ha presentado ahora candidatura a la secretaría general porque lo veía “prematuro”, pero no ha descartado dar ese salto a medio plazo. Para ello, sabe que debe tener mayor poder de influencia en el ámbito territorial, y por eso ve en Andalucía un bastión estratégico.

Con la ejecutiva andaluza de su parte, unido a los importantes apoyos que tiene en Madrid, en la Comunidad Valenciana de Mónica Oltra, en la Cataluña de Ada Colau, y en las Mareas, la victoria en una votación para la secretaría general sería factible, concluyen las fuentes consultadas.

Eso sí, todo ello si Pablo Iglesias, tras Vistalegre II, no le lamina dentro del partido. Una amenaza que está presente y que, de cumplirse, haría plantearse a Errejón otro escenario: su adiós a Podemos. Algo que él no ha descartado del todo, al asegurar, en conversaciones privadas, que “si el instrumento para lograr el cambio no vale, habrá que buscarse otro instrumento”.

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