Se impuso la estrategia de los dos bloques enfrentados

El sorpaso acaba en fracaso

Rajoy vuelve a ganar, Pedro Sánchez pierde aunque resiste, y Pablo Iglesias y Podemos son los grandes perdedores

Resultados finales de las elecciones generales del 26-J (Fuente: Ministerio del Interior)
Resultados finales de las elecciones generales del 26-J (Fuente: Ministerio del Interior)

No ha habido sorpaso. Lo habían pronosticado las encuestas, lo daban por seguro casi todos los partidos y medios informativos, pero no ha ocurrido. Y la sorpresa ha estado en el buen resultado del Partido Popular, que ha ganado las elecciones, con 14 escaños más que los obtenidos el 20-D. El sorpaso, pues, ha acabado en fracaso.


La previsión de que Podemos superaría al PSOE y se colocaría como primer partido de la oposición, no solamente no se ha cumplido, sino que el partido de Pablo Iglesias, con 71 diputados, ha quedado incluso lejos de los 85 finalmente conseguidos por los socialistas (frente a los 90 de diciembre, que ya había sido el peor resultado de su historia).

Entre los perjudicados por estos comicios hay que situar también a Ciudadanos, que, con 32 escaños, ha perdido 8 de los que consiguió en diciembre.

Sensatez frente a aventuras

Con una participación del 69,8%, la más baja en la historia de la democracia a pesar del elevado voto por correo, todo indica que los españoles han optado por la sensatez, por la estabilidad, frente a las posibles aventuras que podía implicar el voto del cambio planteado desde Podemos. Y su apuesta ha sido el Partido Popular, que ha sacado más de 10 puntos de distancia y 52 escaños al siguiente partido, al PSOE.

Frente al sorpaso, el voto ha vuelto a situar a los socialistas como primer partido de la oposición, a pesar de haber perdido 5 escaños respecto a los resultados del 20-D. Y Podemos ha tenido que conformarse con una bastante discreta tercera posición merced a los 71 escaños conseguidos, precisamente los mismos que sumaron en su día Podemos e Izquierda Unida en solitario.

Ha funcionado la estrategia del voto útil, fruto de una campaña en la que se ha intentado visualizar un enfrentamiento entre dos bloques, la derecha, representada por el PP, y la izquierda, con Podemos. Un planteamiento al que han jugado esos dos partidos y que, de rebote, ha castigado a las dos fuerzas intermedias, PSOE y Ciudadanos. Incluso ha existido un “voto del miedo”, del miedo a Podemos, que ha movilizado a ex votantes del PP.

Se ha demostrado, igualmente, la existencia de un amplio voto oculto detrás del 30% de indecisos que marcaban las encuestas. El voto de la derecha se ha movilizado más intensamente que el de la izquierda.

España de color azul

El Partido Popular ha conseguido una victoria sin paliativos, porque ha conseguido la mayoría en todas las comunidades autónomas, incluida Andalucía, salvo en Cataluña y País Vasco. Y ha ganado prácticamente en todas las provincias. El mapa de España es de color azul.

El PP ha recuperado gran parte de los votos que el 20-D se marcharon a Ciudadanos, al haber obtenido 14 diputados más, 8 de ellos procedentes del partido de Albert Rivera.

Y ha mejorado posiciones en el Senado, donde ya tenía mayoría absoluta, que ahora incrementa con 5 puestos más.

 

Rajoy, muy reforzado

Con este resultado, Mariano Rajoy al que algunos, incluso dentro de su propio partido, habían pretendido jubilar, ha salido muy reforzado políticamente. Las escenas de apoyo, y hasta de cariño, que se vivieron anoche en la calle Génova son una prueba. Hubo gritos de “Soy de Rajoy, de Rajoy, de Rajoy”, y cánticos diciendo “Cómo no te voy a querer”.

El presidente del PP ha desarrollado una campaña electoral exigente, con constantes desplazamientos, visitas, comparecencias, día tras día.

La estrategia diseñada por Jorge Moragas, otro de los triunfadores, consistente en acudir precisamente a las zonas y localidades donde estaba en juego algún escaño por poca diferencia de votos, se ha mostrado definitiva. Y también el mensaje radicalizador, resumido en la frase de Rajoy: “O nos votáis, o ganan los malos”. La configuración de dos bloques enfrentados ha resultado eficaz.

La celebración en la calle Génova, descubrió a un Mariano Rajoy emocionado, que improvisó como pudo su discurso de agradecimiento. La euforia de los militantes fue digna de una mayoría absoluta. Destacaron sobre todos los cánticos de “Yo soy español”, y el eslogan repetido de “Sí se puede”, tomado precisamente de los rivales de Podemos.

Rajoy se declaró orgulloso de su partido. “Habéis ganado las elecciones porque habéis tenido fe en la victoria y la habéis perseguido”, proclamó. Y añadió, como intención de futuro: “Reclamamos el derecho a gobernar”.

Pedro Sánchez intenta sobrevivir

A pesar de haber obtenido un resultado aún peor que en diciembre, Pedro Sánchez podría intentar sobrevivir, precisamente porque el sorpaso no se ha producido. En la sede socialista se respiró anoche cierto alivio, no obstante la derrota.

En su comparecencia ante los militantes, que protagonizó con cara seria, acompañado de su mujer y de César Luena y Antonio Hernando, Sánchez se felicitó por haber “derrotado a las previsiones”. “A pesar de los augurios que anunciaban la pérdida de nuestra relevancia, el PSOE ha vuelto a demostrar su condición de partido hegemónico. No estoy satisfecho, pero somos la primera fuerza política de la izquierda”, dijo.

Acusó a Pablo Iglesias de haber provocado el triunfo de la derecha por no haber querido votar en su día un Gobierno socialista. Y contó que había llamado a Rajoy para felicitarle.

Derrota en Andalucía

Sobre próximo planes, el líder del PSOE, que no dio ninguna pista sobre su futuro personal, y en concreto sobre la permanencia en el cargo, anunció que para negociar la formación de nuevo Gobierno primero hablará con Podemos.

En la lucha por la secretaría general del PSOE, que previsiblemente se escenificará en el congreso federal de otoño con la candidatura de Susana Díaz, Pedro Sánchez tiene una baza a su favor: que el partido también ha perdido en Andalucía frente al PP: 23 escaños para los populares, 20 para los socialistas.

No obstante, la presidenta andaluza ya dejó claro anoche que, aunque ha retrocedido electoralmente, la caída ha sido menor que a nivel nacional. Y además ha ganado en tres circunscripciones, una de ellas Sevilla. Acusó a Podemos de haber facilitado la victoria del PP, y añadió, refiriéndose a los resultados en Andalucía: Hemos salvado a España del peligro del populismo, lo hemos frenado por tercera vez.

El pacto de Podemos con IU no sumó

La decepción en Podemos por no haber superado al PSOE se mostró claramente en la comparecencia de Pablo Iglesias. Ya antes, Errejón había reconocido sin ambages: “No son buenos resultados”.

Unidos Podemos ha perdido un 3% en porcentaje de votos, y un millón y medio de sufragios, respecto a lo que en diciembre sumaron, por separado, Izquierda Unida y Podemos. La coalición, pues, no ha funcionado. Se ha comprobado en Madrid, donde han perdido casi 300.000 votos. Y el actual resultado esconde los malos datos que habría conseguido Podemos en solitario.

Para algunos analistas, el pacto con IU ha asustado a votantes de Podemos que procedían del PSOE y que han retornado al anterior partido.

Como anécdota, la porra de los periodistas que han cubierto su campaña les daba, la más baja apuesta, 72 escaños; y algunos pronosticaban el centenar. Además, no ha conseguido entrar en el Congreso, por segunda vez, el ex Jemad José Julio Rodríguez, que iba como número uno por Almería.

En su comparecencia, acompañado de rostros muy serios, uno de ellos Alberto Garzón, Pablo Iglesias reconoció que los resultados “no son satisfactorios. Teníamos otras expectativas. El bloque progresista ha perdido”. Reveló que había escrito un mensaje a Pedro Sánchez. “Aún no me ha contestado”. Dijo que la alianza con IU continuará y negó haberse equivocado cuando se abstuvo en el Congreso y no permitió a Pedro Sánchez formar Gobierno. En el momento en que salía a hablar Iglesias, se escuchó a una militante: “Los resultados son una mierda”.

Según los analistas, la decepción se entiende más aún si se piensa que esta era en principio la mejor oportunidad de Podemos para convertirse en líder de la izquierda, y que a partir de ahora posiblemente ya solo pueden bajar.

La factura a Ciudadanos

Dirigentes de Ciudadanos asumieron anoche que el acuerdo con el PSOE para intentar formar Gobierno les había pasado factura en las elecciones, en las que han perdido 8 escaños, de 40 a 32.

Albert Rivera, que reconoció que había escrito a Mariano Rajoy “y me ha contestado”, culpó a la ley electoral del mal resultado: Hemos bajado solo 9 décimas pero hemos perdido 8 escaños. Con un punto más habría logrado 10 escaños más. Insistió en que el centro existe y viene para quedarse.

De cara a posibles pactos de Gobierno, no volvió a repetir la condición de que Mariano Rajoy se haga a un lado. Y anunció que lo primero que va a pedir es un cambio de ley electoral, para que todos los votos valgan igual. “Si hay voluntad de cambio, España tendrá Gobierno”, concluyó.

El PP sube en Madrid y Valencia

Además de los resultados de Andalucía, el Partido Popular ha subido en Madrid, con 2 diputados más, a costa de Podemos. Y en Valencia, a pesar de la crisis por la corrupción, el PP sube 2 diputados, situándose en 13, frente a los 9 de Podemos y los 6 del PSOE, que pierde uno. Oltra no consiguió un buen resultado.

Relativa sorpresa en Cataluña, donde el Partido Popular sube un escaño y consigue 6. Ese diputados lo pierde el PSOE.

Caso llamativo ha sido el de Navarra, donde se mantiene la misma distribución de escaños, pero donde Geroa Bai, el partido de la presidenta, Uxue Barkos, ha logrado un 4% y queda como sexta fuerza.

PP más Ciudadanos, quiniela de Gobierno

Con los resultados de estas elecciones, las combinaciones para formar Gobierno, que se anunciaba prácticamente irresolubles, se han simplificado un tanto gracias al buen resultado del PP. Los populares tienen en solitario más escaños que la suma de PSOE y C’s:  117, frente a los 130 de las anteriores elecciones. Va ser difícil impedirles que intentan formarlo.

La suma de PP mas Ciudadanos da 169 escaños, a falta de 6 para la mayoría absoluta, que podrían alcanzar con los 5 del PNV más el de Coalición Canaria. Existe, sin embargo, un problema: que el PNV dice no estar dispuesto a acordar nada con el partido de Albert Rivera por su oposición al Concierto Económico.

En caso de una alianza PP-Ciudadanos, el PSOE va a tener muy difícil no abstenerse en la investidura para permitir que se forme ese Gobierno.

Por contra, un posible pacto Podemos-PSOE alcanza solamente 156 diputados. Con esa cifra, será complicado que se opongan a que Mariano Rajoy intente ser investido.

La combinación PSOE-Ciudadanos, que permitió a Pedro Sánchez someterse a la investidura, va a ser difícil de que se reedite, entre otras cosas porque Albert Rivera es consciente de que esa alianza le ha restado un elevado número de votos en estos comicios.

Fracaso de las encuestas

El resultado de estas elecciones ha evidenciado un notable fracaso de las encuestas electorales, que no previeron de ninguna manera lo ocurrido en las urnas. Todas anunciaban un sorpaso de Podemos al PSOE que no se ha producido.

La última encuesta del CIS daba al PP 112-121 escaños (ha logrado 137), 78-80 al PSOE (tiene 85), 88-92 a Podemos (71) y 38-39 a Ciudadanos (32).

Ayer, al cierre de los colegios electorales, la elaborada por GAD-3, para ABC y Cadena COPE, pronosticó este resultado: PP 121-124, PSOE 84-86, Podemos 87-89, Ciudadanos 29-32.

Y la de Sigma 2 para Televisión Española, estos: PP 117-121, PSOE 81-85, Podemos 91-95, Ciudadanos 26-30.



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