Consigna del Daesh: “si matáis niños, que no os importe”
Los órganos oficiales del yihadismo justifican cómo y cuándo pueden incumplir el mandato de Mahoma de no asesinar a niños y mujeres
Para los expertos en la lucha antiyihadista, el atentado del Manchester Arena supone un paso adelante. Principalmente por su objetivo: jóvenes y niños. La sharia (ley islámica) aconseja evitar el asesinato de mujeres y niños. Pero la propaganda del Estado Islámico ha incidido en los últimos meses sobre este precepto, flexibilizándolo y admitiendo como aceptable la muerte de menores en operaciones de yihad como la que golpeó al Reino Unido esta semana.
Tal y como publicó El Confidencial Digital el pasado miércoles, los expertos antiterroristas han detectado en el atentado suicida de Manchester algunas circunstancias preocupantes. Indicios que suponen un salto cualitativo en la denominada ‘yihad’ o guerra santa. El principal de ellos, que el objetivo escogido era un recinto abarrotado de niños y adolescentes.
La mitad de las víctimas de Manchester eran menores
De las 22 víctimas mortales registradas en Manchester, la mitad eran menores de edad. El suicida activó la carga explosiva en la zona de las taquillas, dentro del recinto. Una zona donde había jóvenes que salían del concierto y padres que les habían acompañado.
Según contempla la sharia, la ley islámica que busca imponer el Daesh en todo su territorio, el asesinato de mujeres y niños, incluso los considerados ‘infieles’, debería evitarse. Se basa en una orden que Mahoma dio directamente a sus seguidores, y que exigía “esclavizarles” en vez de quitarles la vida. Se considera una “riqueza desperdiciada” en caso de matarlos.
“No lamentarse” de matar niños
Sin embargo, las posteriores interpretaciones radicales del islam han retorcido este concepto hasta moldearlo a su gusto. Así se puede comprobar analizando la propaganda que ha distribuido el Estado Islámico entre sus seguidores en el último año.
“Una persona que mate a mujeres o niños no debe lamentarse por ello, sino que debería darse cuenta de que Allah ha decretado sus muertes” asegura la revista oficial del Daes ‘Rumiyah’ en su número 5, publicado el pasado mes de enero.
El tema del asesinato de niños es un asunto recurrente en la propaganda yihadista. De hecho, la discusión sobre la interpretación de la sharia en este sentido ocupa páginas y páginas de revistas como Dabiq, Rumiyah y otras publicaciones de corte islamista, editadas por los órganos de comunicación del Estado Islámico.
El asesinato de menores, “parte de la yihad”
Estas son algunas conclusiones que recogen dichos textos sobre cómo y cuándo es lícito el asesinato de niños durante operaciones de la yihad. Están extraídas del artículo ‘Carnicería colateral’, recogido en el último número de ‘Rumiyah’ (dirigida a sus seguidores en Europa):
--“Los asesinatos colaterales, es decir, cuando no se distingue si las mujeres y los niños luchan contra el islam, son permisibles, ya que es algo que forma parte de la yihad”.
--El asesinato de mujeres y niños, cuando no es deliberado, está permitido. Como los que son asesinados durante una operación de los mujahidin en la que es difícil distinguir entre combatientes y no combatientes”.
--“Cuando son asesinados por un arma que tiene un amplio alcance de daño, como un bombardeo de artillería, la detonación de un cinturón de explosivos o con un coche bomba colocado donde los enemigos están mezclados con ellos (niños)”.
--“Los hijos de los kafir (infieles) deben ser tratados como kafir. Él (Mahoma) no se refería en sus declaraciones que es lícito derramar sangre de niños deliberadamente… pero si son asesinados o heridos por estar mezclados con hombres, entonces no hay nada malo en matarlos”.
“Matar a adolescentes en parques”
En números anteriores de ‘Rumiyah’, el Daesh también hacía referencia a los menores como objetivo potencial de atentados yihadistas.
En un artículo del número 1 de la revista, publicado el pasado mes de septiembre y bajo el título “La sangre de los infieles te está permitida, derrámala”, el Daesh animaba a sus seguidores a “matar infieles como una forma de rendir culto a Alá”.
Y decía textualmente: “Esto incluye a los hombres de negocios que van a trabajar en taxis, a los adolescentes que realizan actividades deportivas en parques o al anciano que espera en una cola para comprar un sándwich”. “Todos los infieles son juego limpio” aseguraban.
