La Casa Blanca considera Cataluña un ‘santuario yihadista’

Lo que oculta la Generalitat: la CIA lleva 10 años de intensa colaboración con los Mossos

Miembros de los servicios de inteligencia españoles describen cómo se instalaron los espías norteamericanos en Barcelona y cómo intercambian información con la policía autonómica

El President Carles Puigdemont, junto a varios agentes de los Mossos d' Esquadra.
El President Carles Puigdemont, junto a varios agentes de los Mossos d' Esquadra.

Tras el atentado de Las Ramblas, la Generalitat negó varias veces que los Mossos tuviesen contactos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense. Sin embargo, en los reservados círculos de la inteligencia española se conoce la estrecha relación que espías norteamericanos y policía autonómica mantienen desde hace ya una década. Una colaboración clave para Estados Unidos, que considera a Cataluña como el “mayor centro” islamista del área mediterránea.

Ya nos gustaría tener una relación directa con la CIA pero esto no ha ocurrido. No existe”. Así desmentía el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont los supuestos contactos de la CIA y los Mossos d’Escuadra en los meses previos al atentado terrorista de Las Ramblas. Ataque del que advirtieron los servicios de inteligencia norteamericanos a través de un escrito en mayo.

Los contactos entre CIA y Mossos fueron negados también por los consellers Joaquim Forn y Jordi Turull, así como por el comisario mayor Josep Lluís Trapero. Una negativa que, poco a poco, fue dando paso a versiones más medidas y matizadas. Finalmente admitieron que habían recibido la advertencia por escrito, pero negando que provenía de la CIA. Extremo este que confirman a El Confidencial Digital fuentes de la inteligencia española.

En el sector de la seguridad del Estado, especialmente en ámbitos de la lucha antiterrorista, dan por sentado que la comunicación entre Mossos y CIA es un hecho probado. Sin embargo, públicamente se desconoce hasta qué punto está bien asentada la relación de colaboración entre el servicio secreto norteamericano y la policía autonómica.

Fuentes bien situadas de la inteligencia española explican a ECD que esta estrecha colaboración no es nueva. Ni mucho menos. Estas voces detallan los primeros contactos entre agencia y policía en 2001, poco tiempo después de los atentados del 11 de septiembre, así como el impulso que la Casa Blanca dio a sus agentes en la región hasta consolidar su presencia mediante un grupo especializado en yihadismo que operaba desde el consulado de Barcelona.

El cabecilla y el cerebro del 11-S, juntos en Salou

Cataluña no era especialmente relevante para Estados Unidos en materia de seguridad hasta pocos días después del 11 de septiembre de 2001. Así quedó reflejado en el informe final de la Comisión de Investigación de los atentados.

Apenas 48 horas después del impacto de los aviones contra las torres del World Trade Center y el Pentágono, agentes de la CIA se personaron en el hostalMontsant de Salou, donde un mes y medio antes había pernoctado durante dos noches el cabecilla del grupo de pilotos suicidas Mohamed Atta.

Atta viajó a Cataluña para reunirse con el cerebro de los atentados, Ramzi Binalshibh, quien pasó unos días en Cambrils, localidad donde los terroristas de Barcelona intentaron un segundo ataque tras el de las Ramblas.

Aquella circunstancia puso a Cataluña en el mapa de la CIA. Desde entonces, la comunidad ha estado en constante observación por parte de los servicios antiterroristas norteamericanos. Sin embargo, según explican a El Confidencial Digital fuentes de la inteligencia española, es a partir de 2007 cuando la presencia de espías estadounidenses en la zona se intensifica considerablemente.

2007, comienzo de una relación estable CIA-Mossos

La Casa Blanca decidió entonces crear un centro secreto especializado en recolección de información sobre movimientos yihadistas en Barcelona. Paralelamente se abrieron antenas similares en otras capitales europeas y ciudades donde crece la inmigración proveniente de países islámicos.

 

Pero Cataluña preocupa especialmente a Estados Unidos. En esos años, los servicios de inteligencia norteamericanos constataron que la región se había convertido poco a poco en “el mayor centro mediterráneo de actividad de radicales islamistas”, como quedaría reflejado en cables diplomáticos enviados a Washington y filtrados posteriormente a través de Wikileaks. Una especie de ‘santuario yihadista’.

Camuflados en Reus, Hospitalet, Badalona...

La atención a partir de ese momento se centra en puntos de alta concentración de inmigración ilegal proveniente del Magreb y de Pakistán. Especialmente en Hospitalet, Reus y Badalona, además de algunos barrios de la propia capital. Se seguía la pista a islamistas que utilizaban las amplias comunidades musulmanas sin censar para ocultarse.

Según explican fuentes de la inteligencia española a ECD, a partir de ese año 2007 comenzaron a llegar por goteo al Consulado de Barcelona expertos en yihadismo, traductores, ingenieros y agentes de campo no solo de la CIA, sino también de varias agencias de seguridad norteamericanas. Estas voces ni confirman ni desmienten que entre ellos se encuentren miembros de la polémica agencia NSA.

Sin embargo, será a partir de 2010 cuando el trabajo de este centro secreto contra el terrorismo en Barcelona experimente un impulso definitivo. Ese año, la administración Obama intensifica su lucha contra Al Qaeda, que queda descabezada con la muerte de Osama Bin Laden en el mes de mayo.

Además, esos años coinciden con la preparación secreta de los planes para desplegar el Escudo Antimisiles en Rota, anunciado oficialmente en 2011. Un operativo que suponía el envío a Cádiz de 5.000 militares norteamericanos y cuatro destructores, lo que ponía a la base naval en el radar del terrorismo islamista.

Agentes de campo de la CIA en Cataluña

Durante esos años, tal y como relatan fuentes de la inteligencia, los espías estadounidenses y analistas expertos en yihadismo se afanan en conocer qué ocurre dentro de las comunidades islámicas más opacas de Cataluña. Se busca información sobre esos barrios-gueto en los que apenas se sabe quién reside en ellos. Comienza, explican, un intenso trabajo de fuentes y de captación de colaboradores.

En ese proceso, explican, la CIA busca obtener datos de primera mano de los diversos cuerpos policiales. Incluidos agentes y mandos de los Mossos d’Escuadra. “La forma habitual de proceder” de la CIA, dicen estas fuentes.

Intercambios extraoficiales de información

La CIA sólo trabaja para la CIA. Ellos deciden como usar la información que consiguen. Datos conseguidos por los Mossos gracias al trabajo de campo –desconocidos para el resto de policías españolas- llegaban a Interior a través de la CIA. Y viceversa” explican. Una cadena de favores en la que la agencia norteamericana siempre salía beneficiada.

En el propio CNI se conocían este tipo de contactos discretos de la CIA con miembros de los Mossos. Contactos puntuales y esporádicos, y otros basados en relaciones más duraderas.

Los agentes de campo de la CIA han ido poco a poco estrechando estacolaboración con miembros de la Policía Autonómica.

2012: comienza el ‘proces’ y el ‘CNI’ catalán

A partir de 2012 se dio inicio a la agenda soberanista. Las autoridades políticas catalanas comenzaron a trabajar en la creación de un sistema para compartir información de inteligencia con agencias y servicios extranjeros sin necesidad de pasar oficialmente por España. El embrión de un ‘CNI a la catalana’.

Sin embargo, la Generalitat recibió el portazo del BND alemán, la DGSE francesa o el Mosad israelí entre otros. La CIA, sin embargo, seguía colaborando y beneficiándose de la información de los Mossos. A cambio, estos podían tener acceso a información sin necesidad de recurrir al Ministerio del Interior o el CITCO español, organismos con los que las relaciones se enrarecían conforme se iba agravando el ‘proces’.

El aviso de mayo llegó antes y verbalmente

Esas relaciones han continuado hasta la actualidad. El aviso a los Mossos en mayo sobre un posible atentado en Las Ramblas, que la Generalitat negó en múltiples ocasiones, llegó incluso antes. De forma verbal y extraoficial, explican las fuentes a las que ha tenido acceso ECD.

Sin embargo, fuentes de la inteligencia española respaldan parte de la versión oficial ofrecida por la Generalitat. La amenaza era “muy imprecisa” a pesar de contener alusiones directas a Las Ramblas. “Avisos de este tipo se producen por docenas cada semana” aseguran estas voces.

De hecho, ni siquiera pueden precisar que el aviso de la CIA en mayo hiciese referencia al mismo complot terrorista que finalmente terminó con un atropello masivo en el centro de Barcelona.

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