Josu Ternera es el cerebro del último comunicado de ETA. La banda espera hacer el próximo anuncio dentro de un año y sin capuchas
Un año. Este es el tiempo que los servicios de Información e Inteligencia le dan a ETA para su total desaparición. Según la información de la que disponen, los pistoleros estarían en disposición de entregar todos sus arsenales si se cumplen algunos de sus deseos. Todo este proceso está siendo capitaneado por un etarra con galones.
Josu Urrutikoetxea, más conocido como ‘Josu Ternera’. Él es el auténtico cerebro del comunicado de ETA hecho público el viernes en la BBC y en Gara en el que la banda anunciaba un “alto el fuego definitivo”. El ex diputado de Batasuna en el Parlamento vasco ha capitaneado este punto y final de ETA a los atentados de manera directa.
Apartado por el sector ‘duro’ de ETA, Ternera ha ido ganando peso poco a poco en la banda terrorista tras los sucesivos descabezamientos de su cúpula. En las últimas épocas de ‘Thierry’ y ‘Txeroki’, llegó a estar expulsado de la misma por “traidor”. Los dirigentes etarras creían que él fue quien facilitaba a la Guardia Civil información sobre los pistoleros que facilitaban las detenciones.
Sin embargo, el sucesivo vacío de poder en ETA y el caos imperante le han hecho escalar puestos en la dirección, hasta el punto de ser él el verdadero motor de este final de los atentados de la actual cúpula.
En Interior, de hecho, han trabajado en los últimos tiempos para la reincorporación de Josu Ternera a la primera línea. Se trata de un dirigente que históricamente ha apostado por las vías políticas y que desde hace años se sabía que apostaba por el avance del proceso de paz –ver noticia-.
Sin capuchas
La información de la que dispone la cúpula del Ministerio apunta a que ETA baraja que en un año aproximadamente podría disolverse como organización terrorista. Otras fuentes apuntan a que este plazo podría ser superior y hablan incluso de cinco años.
El procedimiento, según las fuentes consultadas por ECD, sería similar al empleado por ETApm en los años 80: un acto público, sin capuchas, a rostro descubierto, en el que anuncien la desaparición de la organización.
Tanto Policía como Guardia Civil consideran que para que la organización esté completamente desmantelada tienen que entregar las armas y confirmar el paradero de sus zulos y escondites. Mientras, aseguran, hay que trabajar mucho.
¿Escisiones?
Respecto a la posibilidad de que un grupo de etarras decida salirse de la disciplina de la actual organización y continuar con la violencia, en Interior consideran esa posibilidad “improbable”, aunque “no imposible”.
La explicación que ofrecen es la siguiente: la actual cúpula de ETA, la que ha apostado por el abandono de la violencia, cuenta con el apoyo de la izquierda abertzale y de los mediadores internaciones. Sin embargo, una escisión no tendría apenas apoyos.
