Silencio absoluto: orden a los agentes que sobrevivieron al atentado de Kabul
La Dirección General de Policía les ha impuesto que no hablen con ningún medio informativo ni sus compañeros. No podrán contar nada ni siquiera por WhatsApp
Siete policías nacionales sobrevivieron al ataque terrorista perpetrado por una rama de Al Qaeda en la embajada española de Kabul el pasado 11 de diciembre. Cuatro días después, regresaron a casa en el mismo avión donde viajaban dos compañeros fallecidos. Ahora, su única misión es guardar silencio y no contar lo vivido en la capital afgana.
Según explican a El Confidencial Digital mandos policiales bien situados en el Cuerpo Nacional, todos ellos ya han explicado, a la Dirección Adjunta Operativa, todo lo que vieron, y vivieron, aquel fatídico viernes de diciembre.
Con sus testimonios, el ministerio del Interior ha recabado información útil sobre los problemas de seguridad en la zona, que ya ha sido transmitida al equipo de geos que ahora custodia la embajada. No obstante, y pese a que la embajada está situado en un lugar peligroso, Asuntos Exteriores ya ha notificado que no hay dinero para realizar un traslado.
Ahora, y una vez que ya han explicado a sus superiores lo ocurrido en la embajada de Kabul, los siete policías que sobrevivieron al atentado terrorista tienen una nueva orden: guardar silencio ante los medios de comunicación y ante los compañeros de unidad que contacten con ellos para preguntarles por Afganistán.
Ningún comentario ni por WhatsApp
Algunos periodistas ya han intentado, según las fuentes consultadas, contactar con alguno de los policías que sufrieron el atentado perpetrado por Al Qaeda. Sin embargo, los mandos de sus unidades no solo les “ocultan” de la opinión pública o de los medios, sino que también les piden que no contacten ellos con la prensa para hablar.
Muchos compañeros de estos siete agentes se enteraron de lo ocurrido en Kabul a través de los mensajes vía WhatsApp que ellos mismos, desde la embajada, enviaron las horas posteriores al atentado.
Ahora, la Dirección General, consciente de esas comunicaciones, también ha dado orden de no usar esta aplicación móvil para contar a compañeros, familiares, o periodistas, lo ocurrido el pasado 11 de diciembre en Kabul.
