De guardia civil a manifestarse contra sus compañeros desde el escaño de Podemos

Para ello, un grupo de diputados, con Pablo Iglesias al frente, posaron en la escalinata de los leones del Congreso con fotografías de los fallecidos. Y, en sus declaraciones posteriores, acusaron a los “responsables políticos” y al entonces director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, de “incumplir los derechos humanos”.

Estos parlamentarios, además, apoyaron horas después la celebración de la jornada “Dignidad y justicia en las fronteras. Homenaje a las víctimas del Tarajal”, en el que se proyectaron dos documentales de las muertes, en los que se acusaba de forma explícita a los guardias civiles de la tragedia.

Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital, en la Benemérita no ha sentado nada bien laparticipación, en estos actos, del diputado de Podemos José Antonio Delgado.

Portavoz en la Comisión de Defensa y secretario primero en la de Interior, el parlamentario es guardia civil y, hasta las elecciones, fue representante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Un pasado reciente que, según las fuentes consultadas, “ha olvidado rápidamente”.

Cambio radical de discurso

Desde la dirección general, y también varias asociaciones, achacan a Delgado un cambio radical de discurso en apenas tres años, los que van desde los hechos ocurridos en la playa del Tarajal a su actual posición como diputado electo por Cádiz de Podemos.

En concreto, recuerdan que, cuando era secretario de Comunicación de la AUGC y miembro del Consejo de la Guardia Civil, defendió a capa y espada la inocencia de sus compañeros, mientras que ahora pone en duda la actuación realizada ese día y pide justicia para los fallecidos cuando el juicio ya se había cerrado.

Así, Delgado declaró en su día que era “rotundamente falso que agentes del Cuerpo dispararan a los flotadores de los subsaharianos”, emplazando, además, a quienes sostuvieran esta versión a que aportasen las pruebas que lo demostrasen.

Por otra parte, el ahora diputado de Podemos reclamó entonces que se fijase un protocolo específico de actuación porque, sin él, existe “una carga de inseguridad elevadísima que pone en riesgo la integridad física tanto de los agentes como de las personas que tratan a la desesperada de alcanzar el territorio español”.

Una actitud que no ha pasado desapercibida para sus antiguos compañeros. Desde la Asociación Española de Guardias Civiles le acusan de “Mirar a las espaldas de los propios agentes” y le recuerdan, además, que ya fueron juzgados por un tribunal que “pensaba como usted antes”.