¿Puede el Gobierno tomarse unas vacaciones?

El verano se ha consolidado como la época estrella para irse de vacaciones. Los principales representantes de los poderes públicos suelen desconectar de su rutina en el mes de agosto. Este año, cogerán dos semanas de descanso. El Confidencial Digital ha querido averiguar cómo afecta este paron a la situación del país y a sus protagonistas.

En primer lugar, es interesante saber, desde un punto de vista médico, cómo tendrían que plantear las vacaciones los principales políticos españoles.

El vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), José Antonio López Rodríguez, afirma que a las personas de naturaleza activa o con trabajos estresantes les suele costar mucho "desconectar" de su actividad laboral. A un político de primera línea podemos enmarcarlo en este perfil de trabajo agotador.

El doctor José Antonio López divide las vacaciones en dos partes: los primeros días han de dedicarse a un descanso físico, para después “olvidar el reloj, los teléfonos, dejar de lado las prisas y dedicarse a hacer lo que nos gusta”.

Según el experto, las vacaciones deben “adaptarse a la personalidad del individuo. En el caso de personas con mucho trabajo, deben mantener su actividad pero con algo que no tenga que ver con su rutina laboral. No hacer absolutamente nada podría generarles un cuadro de ansiedad”.

Una vez claro cómo debería ser su descanso, ECD se ha preguntado si es necesario. Para ello, ha contactado con dos de los periodistas políticos más importantes del panorama nacional: Ignacio Camacho y Carlos Elordi Cué.

El primero, columnista de ABC, considera que sí es necesario que los políticos descansen un tiempo. A modo de broma, añade: “Deberían tomar un descanso, pero indefinido, de sus defectos, endogamia y corrupción”.

Ignacio Camacho considera que en España se entendería mal que los políticos se fueran de vacaciones a escala internacional, como sí hacen los dirigentes de otros países (Merkel, Cameron…). Esto se debe a que en la sociedad española existe una “politicofobia comprensible, pero injusta”.

La mayoría de los políticos descansan en España. Suelen tener sus destinos fijos, aunque “esto les ha dado más de un problema. Al padre de Mariano Rajoy, por ejemplo, un año le hicieron un escrache en casa pensando que el presidente se encontraba allí”.

Además, el periodista añade que “desde la etapa del terrorismo existe en España un enorme protocolo de seguridad”. Aunque el dispositivo sigue siendo muy amplio, la situación se va normalizando poco a poco.

En cuanto al destino de sus vacaciones, Ignacio Camacho cree que está bien que se vayan a viviendas propias o alojamiento privado. Y es que “si descansan en residencia oficial, lo está pagando el Estado y, por lo tanto, los ciudadanos con sus impuestos. Tampoco está bien que se tenga eso como costumbre”.

Este agosto la actividad parlamentaria y del Ejecutivo cesará durante dos semanas. Los dos periodistas coinciden en que la situación política del país no se resiente por ello. Para ambos todo sigue funcionando, aunque sea bajo mínimos, ya que muchas de las gestiones pueden hacerse por teléfono.

Carlos Elordi Cué, periodista político de El País, cree que sí deben descansar, como todo el mundo. Sin embargo, afirma que “los políticos, sobre todo los de primer nivel, no desconectan realmente. Suelen dedicar las mañanas a responder llamadas. Merkel, por ejemplo, desconecta mucho más que los políticos de aquí”.

Nadie es insustituible, pero en el Consejo de Ministros, comenta el periodista, hacen turnos de guardia en vacaciones. Cuando no está Rajoy se queda la vicepresidenta, algún ministro…

Además, en caso de urgencia (como algún incendio, muy típico en verano), hay un dispositivo preparado para desplazarlos rápidamente en cualquier momento. “Como quien dice, Rajoy está siempre a una hora de Madrid”.

Una de las razones que esgrime Cué para justificar que los políticos no salgan del país para descansar es, además de que la sociedad efectivamente podría verlo mal, que España es muy turístico. Hay muchos destinos dentro del territorio nacional con cantidad de atractivos vacacionales.

Carlos Elordi afirma que los políticos, en general, vuelven con fuerza. Muchos de ellos aprovechan el verano para tomar decisiones. “Rajoy vive en Moncloa bastante aislado. Merkel, por ejemplo, desde su casa ve gente paseando y en bicicleta. Por eso, a Rajoy le sienta bien desconectar con la gente de siempre e intentar llevar una vida más o menos normal”.