Llegan las navidades, ¿cava o champán?

Aunque, según explican los expertos, normalmente se consumen indistintamente por su gran similitud, existen grandes diferencias entre ambos.

Por su sabor

El champán es un vino espumoso blanco o rosado originario de Francia que se diferencia del cava fundamentalmente, en el tipo de uva utilizada para su elaboración.

Entre el consumidor habitual, los motivos para decantarse por uno o por otro suelen centrarse en dos motivos: eligen el champán por ser más “delicado” o se declinan por el cava por tratarse de un producto “nacional”. En general, las diferencias entre ambos son casi imperceptibles para alguien que no sea un experto.

Por la variedad de uva

El champán nace de las variedades de uva chardonnay y pinot noir, mientras que el cava procede fundamentalmente de tres autóctonas de la zona mediterránea: xarelo, parellada y macabeo. El cava también se puede elaborar con subirat o malvasía. Son tipos de viñedo totalmente diferentes entre sí, aunque tienen una característica común: no dejan madurar la uva por completo. 

El clima de la zona

El clima es otro de los factores diferenciadores entre ambos productos. Mientras que el champán proviene de la zona lluviosa y fría del norte de Francia, el clima tradicional del norte de España, lugar de elaboración del cava, es radicalmente distinta.

Tiempo en bodega

Existen grandes diferencias en este aspecto entre ambos espumosos. Mientras el francés suele permanecer en la bodega como mínimo entre cuatro o cinco años, el cava puede salir al mercado con tan solo nueve meses maduración.

En el caso del producto nacional, no obstante, existen tres categorías de cava en función del tiempo que permanecen en la bodega:

-- Gran reserva: más de 30 meses en botella.

-- Reserva: entre 15 y 30 meses.

-- Normal: tiempo mínimo de 9 meses en botella.

Según explica Manuel Losada, enólogo y profesor de análisis sensorial en la Escuela Española de Cata, “cuanto más tiempo pase el producto en botella, las levaduras se degradarán más y cederán componentes al vino, que darán cuerpo al champán o al cava".

Maridaje

El cava, el champan o cualquier vino espumoso tienen una ventaja sobre los demás tipos de caldo: poseen un maridaje extraordinariamente variado.

Carmen Garrobo, directora de la Escuela Española de Cata, destaca este aspecto como uno de los más llamativos de esta bebida.

Sin embargo, apunta que entre el español y el francés, es el champán el que por su mayor grado de acidez, característico de las uvas de la Champaña, y por su corpulencia, debido al tiempo de bodega, es más apropiado para tomar con un mayor rango de alimentos que el cava.

“Siempre variará en función del cuerpo, desde un brut nature, más seco y con mayor acidez, hasta un blanc de blanc o un blanc de noir, podrás acompañar desde marisco hasta cualquier tipo de carne”.

Qué consumimos más en España

El enólogo Manuel Losada, apunta que en España existe un consumo mayoritario de cava. Su precio y su menor grado de acidez son dos de los factores que potencian el éxito de este espumoso frente al de origen francés. El tercer factor, tal y como explica, que bien podría ser el primero, es el que se trate de un producto nacional.

Sin embargo, este factor precio, aspecto en el que coinciden ambos expertos, incide en un mayor consumo de cavas de menor calidad de lo que se podría esperar. La mayoría de españoles, en parte por desconocimiento, en parte por gusto, prefieren cavas semisecos o dulces, en cuya composición incluyen entre 30 y 50 gramos de azúcar para contrarrestar la acidez.

Según explica Losada, la gente, por lo general, no está acostumbrada a cosas ácidas, piden productos con mucha concentración de azúcar.

Sin embargo este exceso de azúcar también puede disimular otras carencias, como un producto de inferior calidad.

Los amantes de los espumosos, prefieren, por otro lado, los que expertos consideran de mayor calidad por su menor nivel de azúcar y por tanto, mayor de acidez. Estos son brut nature, menos de 3gramos de azúcar, extra brut, por debajo de 6, o un brut, hasta 15 gramos.

Una recomendación para los que no quieran un alto grado de acidez pero sí un buen cava y encima a buen precio, es consumir Freixenet, Codorniu, un “producto muy digno y a un precio muy bueno”, confiesa Losada.

Alternativas

A pesar del enorme éxito durante estas fiestas del cava y el champán, existe una gran variedad de espumosos de calidad con distintas denominaciones de origen españolas que podrían tener un hueco en los hogares estas navidades.

Carmen Garrobo ha elaborado una lista de caldos muy recomendables, con Marca España y todos ellos a precios más que asequibles.

ESPUMOSOS:

1. Mar de Frade - Añbariño / Pontevedra
2. Beta de bod. Barbadillo - Palomino / Cádiz

CASTILLA Y LEÓN

1. Cantosan - Gupo Yllera
2. Martivilli
3. Palacio de Bornos
4. Xamprada - Bod. Prada a Tope
5. Airane - Liberaría Ecológica
6. Mencia D2

CAVAS DE EXTREMADURA

1. Via de la PLata
2. Marcalino Diaz
3. Romaley

CAVAS VALENCIA

1. Pago de Tarsys
2. Artemayor

CAVAS CATALUÑA

1. Recadero
2. Gramona
3. Juve Camps
4. Cripta de Torello 

ARAGON

1. Bod. Langa
2. " San Valero

RIOJA, NAVARRA Y PAIS VASCO

1. Muga Rosado
2. Escudero
3. Faustino
4. Bodegas y Viñedos Artadi
5. Mainegra
6. Ondarre

Conclusiones

-- El cava es un producto más alcohólico, mas rotundo, con menos elegancia que el champán desde un punto de vista técnico. Las variedades y la burbuja son muy diferente porque no se elaboran todos los caldos en una pequeña zona con el francés. En el caso del cava hablamos de una denominación de origen supraregional o polirregional, que abarca varias zonas: La Rioja, Aragón, Cataluña entera, Valencia y Extremadura. Cada una de ellas, con un propio clima y características biológicas dispares.

-- Aunque fuera de España se consume mucho más champán, en España se consume mucho más cava por su relación calidad precio.

-- Desde El Corte Inglés explican que, sin embargo, la tendencia en el mercado está bastante igualada entre ambos productos estas navidades. Este año, la previsión de venta de champán es más alta, sobre todo de Moët Chandon, el más vendido, cifras que podrían acercarse a las de la venta de Codorniú o Freixenet.